Dead Set. En las tripas de Gran Hermano.

No suelo acercarme a mini-series tan cortas como Dead Set (138 minutos). Normalmente prefiero ponerme a ver una de mis muchas películas pendientes en lugar de una producción televisiva que en la mayoría de los casos suele contar con un presupuesto bastante limitado. Tampoco soy un gran fan del genero de Zombis y mucho menos del gore más desmesurado como es el caso de esta serie británica. Entonces ¿por qué me decidí a ver semejante proyecto? La respuesta es la siguiente. Su disparatado y descabellado argumento (casi toda la humanidad se convierte en zombi y los últimos supervivientes son los habitantes de Gran Hermano que viven ajenos al mundo exterior) me resultó lo suficientemente interesante y audaz como para sembrar en mi la semilla de la curiosidad. Si a esto le sumamos unas críticas entusiastas, y algunas recomendaciones de confianza, el resultado no pudo ser otro que una seducción absoluta hacia una serie, cuyas expectativas finales se han visto totalmente colmadas y satisfechas. Ahora ya puedo decir con gran satisfacción que Deat Set es una estupenda mini-serie. Pasad conmigo al interior de este Gran Hermano sangriento y descubriréis el por qué.....

Su primer episodio, el más extenso (dura 45 minutos, aproximadamente el doble que los cuatro siguientes que conforman la serie) aunque es algo acelerado y precipitado, funciona estupendamente bien como perfecta introducción a una historia que más adelante tendrá múltiples versiones de si misma. En él nos introducimos en las tripas del programa del Gran Hermano británico, conociendo de manera ágil y dinámica la realización de dicho programa tanto desde dentro como desde fuera del set de grabación. De esta manera vamos descubriendo a los distintos personajes que conformarán el núcleo central de la historia, a la vez que asistimos poco a poco, y sin alejarnos demasiado del plató, a los salvajes e inquietantes hechos que se están produciendo fuera con el resto de la humanidad. En la parte final del episodio todo se precipita de manera vertiginosa y desconcertante hacia un desolado e inquietante paisaje dantesco. De esta manera la historia y sus personajes terminan en lugar exacto donde comienza realmente ese punto de partida tan deliciosamente salvaje que es Dead Set.

Para los que se echen para atrás pensando en lo desagradable de las escenas zombi-carnívoras, tengo que decirles que el tratamiento de estas está muy bien calculado, y además estructurado en dos partes muy diferentes. En la primera mitad de la serie, la cámara es tan deliberadamente exagerada y nerviosa que nos imposibilita casi por completo el poder ver con demasiada precisión las escenas más desagradables. De esta manera solo sentimos el impacto emocional de los mordiscos y como resultado de estos sus desastrosas y evidentes consecuencias. A partir de su segunda mitad el gore se apodera del relato con fuerza, pero resulta tan premeditadamente exagerado y ficticio, que esa irrealidad se acaba convirtiendo en una divertida y disparatada orgía visual de lo más delirante. Esto es así porque todo su descabellado planteamiento visual, esta siempre apoyado en un sólido guión que lo relativiza. A pesar de toda su intensa y angustiosa historia de supervivencia, la serie siempre se las ingenia para desprender una fina capa de humor ácido y corrosivo, que termina envolviendo el conjunto en una surrealista manta de sangre armoniosa.

Como he comentado al principio Dead Set tiene varias lecturas. Por un lado puede servir como perfecta metáfora de una sociedad ávida por devorar a sus famosos de cualquiera de las maneras. Su fina crítica deconstructiva nunca es demasiado evidente, pero está claro que siempre esta implícita en el relato para todo aquel que pueda o quiera encontrarla. Aunque también se puede leer de una segunda manera mucho menos rebuscada. Y es que Dead Set es ante todo una simple pero estupenda historia de acción, aventura y suspense. Sus personajes están listos para ser despedazados y nosotros lo estamos para disfrutar de esa circunstancia sin darle demasiadas vueltas al respecto. Yo sinceramente prefiero quedarme con esta segunda manera de interpretarla. En cualquier caso, lo importante es que todo el mundo se decida a darle una merecida oportunidad a la que ya es por derecho propio una de las mejores mini-series de los últimos años. Os aseguro que más allá de la sangre y las vísceras hay una buena historia que nadie debería perderse.