martes, 29 de septiembre de 2009

Luces de la parrilla Americana. FlashForward

¡Atención posibles spoilers!

Y por fin llego el ansiado momento por millones de seguidores. En EEUU, 12.5 para ser exactos. “La elegida” aterrizó en la parrilla americana y en los hogares de millones de internautas, con la etiqueta de ser nada mas y nada menos que la sucesora de Lost. Y bien pronto demostró ser victima de su influencia, cuando en su primer plano nos presentaba a uno de sus mayores protagonistas en medio de un accidente. La sensación de déjà vu no hacia presagiar nada bueno. Mientras estaban aun en pantalla unos títulos de crédito sencillos y concisos similares a los de Lost en concepto, me relajé, enfrié mis expectativas con unos sorbos de agua helada, y me dije: Tranquilo, esto solo acaba de empezar. Poco después el episodio comienza a mostrarnos a unos personajes, que en un principio parecen algo estereotipados, aunque mas adelante comienzan a desperezarse resultando algo más que meros espectadores de su propia trama. Esto es debido sobretodo a unos diálogos mucho más naturales de lo que cabría esperar, notándose ahí la mano de su creador el aclamado guionista de El Caballero Oscuro, David .S.Goyer. Después del famoso desmayo global todo se dispara. Con un ritmo electrizante y bien cuidado el episodio nos va atrapando poco a poco centrándose por encima de todo en el agente Benford y las consecuencias de los FlashForward en su vida familiar. Esta trama y la de la investigación del desastre global se entrelazan perfectamente en 40 minutos que pasan volando, es entonces cuando te has olvidado de las expectativas y el marketing y sientes que la cosa funciona sin forzar nada. Todo lo que prometía esta ahí, bien estudiado y bien ejecutado. La sensación final es de un apacible disfrute.
holahola
Ahora solo nos toca soñar con que la historia vaya creciendo con sus personajes, porque serán sus vidas y lo que hacen con ellas tras ver su futuro en los FlashForward, lo que le dará a la serie el éxito o el fracaso. Utilizando un símil ciclístico, me parece buena idea utilizar a Lost como gregario para que la lance hacia arriba, pero al final cuando llega la hora de la verdad uno tiene que desmarcarse del resto y subir solo la montaña. O lo que es lo mismo, referencias a Lost las justas.

LO MEJOR: Sin duda su argumento, uno de los más estimulantes que se han ofrecido en televisión en los últimos años. Consigue ser adictiva sin recurrir a trucos o engaños.

LO PEOR: Que no tenga nada más que ofrecernos que su concepto inicial. Que no logre deshacerse de la influencia de Perdidos. Pero como veis, eso nos lo dirá el futuro.

Os dejo con la ultima promo del segundo episodio:


lunes, 28 de septiembre de 2009

Sombras de la parrilla Americana. Héroes

¡Atención posibles spoilers!

Por fin Héroes tocó fondo. Y digo por fin, porque ya me empezaba a sentir como un adicto que no puede dejar de hacer eso que tanto daño le hace. Este doble capítulo que da comienzo al 5º volumen, confirmó mis peores augurios. La serie está en proceso de descomposición y no seré yo quien vea su lento y agónico final. Y vuelvo a decir por fin, porque estos dos episodios me dan el empujón que necesitaba para salir definitivamente de la serie. Ya la dejé una vez, teniendo una recaída al engancharme de nuevo a ella tras la vuelta de Brian Fuller. Creo que puedo asegurar que esta vez será la definitiva.

Tras una primera temporada brillante aunque con algún que otro resbalón, como por ejemplo su poco épico y precipitado final, que ya presagiaba lo que la serie nos iba a mostrar en el futuro, Héroes nos dejó una segunda temporada muy criticada pero para mí la mar de entretenida. Quizás no tuviera grandes momentos como la primera, pero la trama aún era coherente, y ese viaje de Hiro al Japón medieval, me resultó de lo más estimulante. El tercer volumen multiplicó los personajes y con ellos las historia se dispersaron. Se fue perdiendo por el camino el motor del relato. Y las motivaciones de los personajes, básicas en cualquier guión, se difuminaron tanto que ya nadie sabía hacia donde diablos iba. Como resultado los personajes acabaron perdidos y nosotros con ellos. Cuando se crea una historia de genero fantástico, o ciencia-ficción, siempre se establecen unas normas propias. Héroes se las ha saltado tantas veces que ha acabado perdiendo toda su credibilidad. La cuarta temporada puso algo más de solidez, y con la llegada de Brian Fuller y su impresionante Cold Snap parecía que podría renacer de sus cenizas. Pero nada más lejos de la realidad. La serie ya arrastraba demasiados vicios y acabadó por mostrarnos sus mejores defectos en un final de temporada que resulta chapucero y lleno de incoherencias.

Y ahora nos llega esta 5º temporada donde nos presentan a una Clair detective convertida en Verónica Mars. A un Hiro más patético y prescindible que nunca. A un Noah Bennet que no se muere ni a la de tres en contraposición a un Danko que ha durado un suspiro. A una Tracy Straus resucitada con calzador, cargándose así su épico final de Cold Snap. A un Sylar en busca de sí mismo, nunca mejor dicho, su personaje hace muchas temporadas que se perdió sin dejar rastro. Y a un Parkman con una forzada paranoia persecutoria que lo deja más a la deriva que nunca. El resto de personajes sólo me provocan una desgana e indiferencia total. Ya ni con la brújula que se han sacado los guionistas de la manga, encontrarían el camino de vuelta a la grandeza de sus orígenes. En definitiva dos capítulos que nos ofrecen más de lo mismo, solo que esta vez no queda nada interesante como tabla de salvación a la que agarrase.

Después de analizar lo que tiene que ofrecernos este inicio de temporada, lo mejor que puedo decir es que ¡Por fin pude desengancharme de Héroes!

domingo, 27 de septiembre de 2009

Ranking de Hablemos en Serie: Comedias

Por alguna extraña razón nos encanta eso de hacer listas. Hay una misteriosa atracción en ellas que nos hipnotiza y nos hace creer que tal o cual película o serie es mejor que otra. En mi caso sólo me sirve en general para organizar un poco mi cerebro oxidado, y en este caso en particular para buscar la provocación del debate en ustedes internautas seriefilos. Muestro aquí mis cartas de presentación y espero lo mismo de vosotros.

Con el fin de ubicarnos mejor, las he dividido en Comedias y Dramas, intentando en la medida de lo posible incluir también aquellas que se encuentran entre medias de estas dos etiquetas, perdonen mi atrevimiento si con alguna se me ha ido la mano. Mi lista llega hasta las sesenta, pero como no quiero escribir la Biblia en post y mucho menos aburrir al personal, las dejare en 13, que es un numero que a mí personalmente me trae suerte.

Comenzaré por las comedias que para dramatizar las cosas ya habrá tiempo:

13. Big Bang: probablemente una de las comedias mejor valoradas en los foros. La serie me hace pasar grandes momentos, pero todavía no me ha convencido del todo como para estar más arriba. Sheldon es grande, pero aun no es suficiente.

12: Friends: Un clásico venido a menos, tiene muchos capítulos antológicos, pero en su recta final se dejó demasiada gracia por el camino.

11: Weeds: Acabo de comenzar la cuarta temporada y de momento continua con la frescura de las anteriores. He leído por ahí que la cosa se tuerce mas adelante. Veremos si Nancy es capaz de aguantar el tirón.

10: Rockefeller Plaza: Recientemente ganadora de los Emmy por tercer año consecutivo como mejor comedia, la serie de Tina Fey y compañía me divierte como pocas. No me pirro tanto por ella como los yanquis, pero solo por Jack y Kenneth ya merece la pena entrar en cualquier TOP TEN que se precie.


9: United States of Tara: Sí, ya lo sé. Quizás no sea excesivamente divertida, pero sus diálogos son pura dinamita, y además tenemos a Toni Collette por ¿cuatriplicado?



8: Cheers: Otro clásico entre los clásicos. La estoy revisando ahora y puedo decir que mantiene el encanto de antaño, pero también es verdad que ha envejecido un poco con los años. Tal y como han evolucionado las comedias en la ultima década con ideas mucho más trasgresoras, su propuesta de entonces me resulta ahora demasiado inocente.


7: Cómo conocí a vuestra madre: Sus dos primeras temporadas vinieron a dar ese soplo de aire fresco a las sitcom que tanto les hacia falta. Pero tras la pequeña decepción que sufrí en la tercera, la serie ha caído unos cuantos puestos que espero y deseo recupere en la cuarta y quinta. Lo mejor, la química que desprenden sus personajes, especialmente ese cara dura encantador de serpientes que es Barney.

6: Pushing Dasies: La serie con mas chispa y colorido que ha pasado por la parrilla americana en los últimos años, y no solo eso, también es condenadamente divertida, extrañamente romántica e incomprendidamente original. Me uno a los que enviaron tartas a la ABC en protesta por su cancelación.


5. El Sequito: Tengo autentica devoción por esta serie de la HBO que con mucha auto critica y sentido del humor destripa los entresijos del Hollywood de hoy. El personaje de Ari Gold es pura adrenalina, o lo adoras o lo odias, yo siento por él ambas cosas.



4. The Office: nunca ir al a la oficina fue tan divertido. Familiar y ácida a partes iguales. Si lo que hace Rain Wilson con Dwight Schrute es pura genialidad, lo que consigue Steve Carell con Michael Scott es de ya de escándalo. Cada uno de los personajes de The Office es tan endiabladamente bueno que podrían tener su propia serie.

3. Malcolm: La comedia más excesiva y electrizante jamás creada. Disfrazada de serie para niños, contiene los gags visualmente mejor ejecutados de la historia de la televisión. Nunca se han creado unos personajes tan patéticamente divertidos, especialmente el de Byan Cranston (Hal en la serie), que ya bordaba papeles antes de presentarnos el de Breaking bad.


2. Doctor en Alaska: Realismo mágico televisivo, poesía en cada uno de sus guiones, homenaje a la vida y a las artes. La serie va mas haya de lo entrañable convirtiéndose en genuina humanidad. Serie de culto por excelencia. Solo puedo decir que yo viví una vez en Cicely y fui feliz.

1. Frasier: Decir que Frasier es una de las comedias más inteligentes de la historia de la televisión es decir poco. Su humor esta hecho con guiones de cuidada precisión que son relojes de ingeniería humorística. Ninguna otra serie a tenido tanto nivel durante tanto tiempo, 11 temporadas de risas y magia televisiva. Por todo esto y mucho más, decididamente la mejor comedia de la historia



viernes, 25 de septiembre de 2009

HBO: Las joyas de la corona. The Wier.

Para completar el trío de ases (Los Soprano y A dos metros bajo tierra), la cadena contrató a un periodista y escritor de novela policíaca muy reputado llamado David Simon. Este presento a la cadena The Wire, un drama policial sobre un equipo de agentes de la ley que a través de escuchas intentan dar caza a unos importantes narcotraficantes de la ciudad de Baltimore. Pero la reacción de los directivos no fue la esperada. Pensaban que la trama se parecía demasiado a muchas otras series policíacas del momento. Buscaban desmarcarse del resto de cadenas, no querían que sus nuevos espectadores pensaran: Esto no es HBO. Es televisión. Principalmente por este motivo el proyecto se demoraría durante algún tiempo, espacio que Simon utilizó para desarrollar mejor la historia y así tratar de convencer a la HBO de que su serie encajaría a la perfección en su nueva parrilla. Al final lo lograría presentando un piloto muy personal y diferente. Para empezar su ritmo era pausado y su desarrollo minimalista. Esto ya contradecía todo lo establecido anteriormente por casi todos los pilotos al uso, en los cuales había que presentar todo el potencial de la serie en su primer capitulo. Además los personajes importantes de la historia casi no aparecían en su inicio, irían teniendo presencia en la serie, muy poco a poco, componiendo así un puzzle cuya pieza final no encajaría hasta los últimos episodios del relato, en los que toda la fuerza de la historia estallaría. Había nacido lo que Simon definiría como una novela visual.

Como era de esperar The Wire tardaría algún tiempo en hacerse un hueco en el mundillo televisivo. Las audiencias no eran demasiado buenas, y los votantes de los Emmy la ignoraban una y otra vez. A pesar de ello la cadena no se puso nerviosa, es más, estaba entusiasmada con su nueva creación, La tercera temporada no había superado los 2 millones y medio de espectadores, pero aun así la confianza en la calidad de su producto era tal que poco después de terminar ésta, ya estaban anunciando la producción de dos temporadas mas que darían fin a la serie. Además contaban con algo muy importante para ellos, la crítica la adoraba y, gracias a ella y al boca-boca, al poco tiempo de su finalización The Wire se convirtió en la serie de culto mejor valorada de los últimos tiempos.

Una de las facetas más importantes de la serie es su estructura. Cada temporada está centrada en un aspecto diferente de la delincuencia en la ciudad de Baltimore. La primera temporada sienta las bases de toda la serie, presentando tanto a policías como a traficantes, detallando con minuciosidad su trabajo y sus vidas hasta extremos jamás vistos. La segunda temporada se centra en el contrabando de mercancías de su puerto y la corrupción en los sindicatos. La tercera destapa la lucha de poder tanto de los políticos de la ciudad, como de los altos mandos de la policía. La cuarta nos traslada a la raíz del problema, que no es otra que el sistema educativo. Y la quinta y última temporada trata sobre los medios de comunicación, su responsabilidad e influencia en la ciudad.

The Wire traspasa las fronteras de la ficción con unos personajes que van más allá del realismo y la veracidad. No sólo resultan brutalmente sinceros, sino que además divierten y emocionan. Tanto los agentes de la ley como los delincuentes están desarrollados con tal complejidad que uno no sabría distinguirlos, porque la vida es así, un claro-oscuro que The wire desmenuza a la perfección. Macnulty, Kima, Lester, Pryzbylewski, Los Sobotka, Barksdale o Stringer, quedaran para siempre en nuestra memoria colectiva. Pero si hay un personaje en la serie capaz de traspasar esa barrera, ese es Omar. Su personaje trasciende el relato y nos ofrece los mejores momentos de la historia, pues su mera presencia es siempre presagio que algo grande esta por ocurrir, y es que la fuerza de Omar radica en su gran carisma y su eterna ambigüedad moral. La serie no solo te entretiene, también te hace pensar, provoca, incomoda, hace reflexionar, te desmotiva y al momento siguiente te vuelve a ilusionar. Optimista y pesimista al mismo tiempo nunca pretende emitir juicios de valor, solo muestra tal y como son las cosas sin ninguna intención de aleccionar. ¡Señores, esto no es televisión!, Es The Wire.

miércoles, 23 de septiembre de 2009

HBO: Las reinas de la corona. A dos metros bajo tierra.

El segundo gran fichaje de la cadena fue el recién ganador de un Oscar por el guión de American Beauty, Alan Ball. El guionista presentó el piloto de una familia disfuncional poseedora de una funeraria. El tono seria tragi-cómico, y las historias se desarrollarían en torno a la muerte. Con esas premisas la serie sería rechazada en cualquier cadena generalista, pero la HBO tras leer el primer borrador solo aceptó con una condición: Ball se había quedado corto ¡los personajes tienen que estar mucho más jodidos! Esta frase resume muy bien la filosofía de la cadena y lo dispuesta que estaba a arriesgarse con sus producciones poniendo toda la fe en sus creadores. Tras un piloto algo desconcertante la serie fue encontrando su sitio capitulo a capitulo, y al final de la primera temporada ya había encabezado todas las listas de éxitos del medio televisivo. HBO lo había conseguido de nuevo, ya tenia entre manos otro producto de altísima calidad, que a lo largo de sus cinco temporadas acabaría convirtiéndose en una nueva obra maestra de la televisión.

Todo el elenco de actores sobresale gracias a unos guiones llenos de inteligencia, espontaneidad, y sencillez, destacando especialmente la maravillosa composición que crea la actriz Frances Conroy (matriarca de los Fisher). Su personaje es posiblemente el más complejo y contradictorio de la serie, y la actriz logra dotarlo de una profundidad y una fragilidad tan brutal que siempre acaba desarmando al espectador mas curtido. A parte de las interpretaciones también habría que subrayar su embriagadora y enigmática banda sonora. Especialmente las notas musicales que componen la intro de cada capitulo. Compuesta por Thomas Newman (famoso compositor de cine por bandas sonoras como: American beauty, Camino a la perdición, Buscando a Nemo, o la más reciente Wall-E) el estilo musical que creó para la serie es uno de sus sellos de identidad y su influencia todavía se puede apreciar en muchas de las producciones que han llegado después.

Ganadora de seis premios Emmy y dos globos de oro, la serie narra el camino interior de unos personajes perdidos dentro de si mismos en constante búsqueda de la felicidad, y lo hace a través del humor negro, la sátira, el costumbrismo, el melodrama y sobretodo mucha fantasía. Todo esto bien mezclado y agitado, da como producto final un elaborado compendio de sabiduría y honestidad, que es capaz de mostrarnos un poco de luz en el oscuro camino de la vida. Porque si de algo habla por encima de todo A dos metros bajo tierra es precisamente de la pasión por vivir, y para ello se vale de la muerte en constante contraposición, mostrándonos dos caras de una misma moneda que es lanzada al aire una y otra vez. Depende de ti lo que hagas con ella antes de que caiga al suelo.

Y no puedo despedirme sin mencionar su alabadísimo final, una de las mayores cumbres artísticas jamás filmadas, que cierra a la perfección una serie inmortal. La historia de los Fisher es la historia de la vida.
Continuara....

martes, 22 de septiembre de 2009

HBO: Las reinas de la corona. Los Soprano.

El Dream Team de los creadores de series de HBO se empezó a fraguar con el fichaje de David Chase. Productor y guionista de Doctor en Alaska, Chase llegó a la cadena después de que su piloto Los Soprano fuera rechazado por la FOX. Fue entonces cuando Chris Albrecht, responsable del departamento de ficción, vio todo el potencial que tenía entre manos, y ordenó producir 13 episodios completos. De este modo nacería la serie que le dio a la cadena su primer gran éxito y que poco más tarde la llevaría a lo mas alto del panorama televisivo.

Entre todos sus éxitos cabe mencionar que Los Soprano es la serie por cable económica y artísticamente con mas éxito de la historia de la televisión, con una media de audiencia de 8 millones de espectadores (algo inimaginable para una cadena de pago), y ganadora de 21 premios Emmy, 5 globos de oro, y multitud de reconocimientos más. Aunque por encima de audiencias y premios habría que destacar la excelente calidad de sus guiones con mención especial a Matthew Weiner (creador de la reciente Mad Men) que fue el responsable de muchos de ellos. Otra de las grandes virtudes de Los Soprano son las interpretaciones de sus actores. James Gandolfini y Edie Falco protagonistas de la serie, alcanzan aquí registros inimaginables componiendo dos personajes magistrales, llenos de matices y contradicciones que llevan al espectador a una experiencia única e irrepetible. A la altura de estas interpretaciones también están los actores Michael Imperioli, o Lorraine Bracco, que bordan sus respectivos papeles, e invitados de lujo de la talla de; Steve Buscemi, Sydney Pollack, Ben Kignsley o Peter Bogdadovich.

Todas estas aportaciones hicieron de la serie algo especial. Pero su verdadera grandeza radica en dos pilares claramente definidos. Por un lado esta su aplastante amoralidad. En ningún momento se juzga a los personajes, solo se los muestra tal y como son en un claroscuro muy sutil y meticulosamente bien definido. En segundo lugar, la serie es capaz de darle otra vuelta de tuerca a un género ya muy trillado como es el de la Mafia. Sus seis temporadas y media aportan un nuevo punto de vista de cotidianeidad, que la alejan del glamour con el cual se había mitificado siempre al capo mafioso. En definitiva, todo esto y mil cosas más es lo que ha logrado que hoy en día sea considerada por la critica como la mejor serie de todos los tiempos. Por mi parte solo tengo que decir que estoy totalmente de acuerdo con esta afirmación.

Continuara.....

lunes, 21 de septiembre de 2009

No es televisión, es HBO: Las bases de su grandeza.

La cadena HBO cuyas siglas significan, Home Box Office, es una de las cadenas por cable más importantes de Estados Unidos. Comenzó a emitir en el año 1972, y siempre ha estado a la cabeza en cuanto a tecnología se refiere. Entre varios de sus logros, están ser la primera en emitir vía satélite, cifrar su emisión para que sólo la recibieran los que pagaban por su señal, o más recientemente emitir en alta definición. Pero por encima de todo la cadena es conocida mundialmente por la calidad de sus series de producción propia, o por aquellas co-producidas con la cadena británica BBC.

A finales de este ultimo siglo, y con la llegada de Chris Albrecht al departamento de producción original, la cadena apuesta por crearse su propio sello, en el cual HBO sea sinónimo de calidad. Para conseguir dicho propósito suscriben las siguientes afirmaciones: no podrá ser televisión convencional, las producciones tienen que tener cierto caché, con ellas se ha de atraer a una audiencia de clase media-alta, contra corriente las producciones tenderán a tener repartos extensos, se alejarán todo lo posible de las tramas procedimentales, mezclarán los géneros en la medida de lo posible, se centrarán en la figura del escritor, serán auto-reflexivas, y tendrán una gran inclinación al realismo.

Para conseguir todas estas metas, desde la cúpula de la cadena se traza una estrategia básica que consiste en tres principales puntos: la colaboración con autores consagrados o de prestigio sin limitarles en ningún caso ninguna de sus ideas, la inclusión de contenidos tabú que otras cadenas no podían permitirse explotar, ya que estaban restringidas por sus anunciantes, y la renovación de las viejas formulas y géneros que se habían establecido décadas atrás, como por ejemplo hacer temporadas más cortas de 10 a 13 episodios para poder tener mas control sobre el producto final, y para poder así invertir más dinero en cada capitulo mejorando notablemente la producción de los mismos.

Los primeros autores en ser reclutados fueron Tom Fontana, y Barry Levinson (director de la oscarizada Rain Man), que se encargaron en 1997 de poner en marcha la serie OZ. Este drama carcelario que ya iba mas haya del puro entretenimiento, duró seis temporadas y fue la primera en llamar la atención de la critica. Además con ella se establecería el camino a seguir y sentaría las bases de la futura grandeza de la cadena.

Continuara.......

sábado, 19 de septiembre de 2009

Las series comodín de mi parrilla: Larry David y ciencia-ficción

Aparte de las series que sigo cada semana de lunes a jueves, tengo otras series que podrían llamarse series comodín. Normalmente suelo ubicarlas en los fines de semana o en huecos que voy teniendo a lo largo de ésta.

Actualmente estoy viendo estas tres:

Aunque aquí no ha gozado nunca de demasiada publicidad, El show de Larry David es una de las comedias con mas éxito de la televisión americana. Si no recuerdo mal, la sexta es la única que se ha atrevido a emitirla, pero siempre en horario nocturno, dándole pocas oportunidades de un éxito masivo. Para quien no le conozca, Larry David es el creador de la mítica Seinfiel. Su serie mezcla realidad y ficción, llevada a veces a situaciones de lo más esperpéntico. Políticamente incorrecta, y deliberadamente transgresora, por encima de todo es muy, pero que muy divertida. Y aunque muchas veces las reacciones de los personajes resulten exageradas y poco realistas, siempre merecerá la pena ver un nuevo capitulo de esta persona tan surrealista, que es capaz de reírse de sí mismo hasta limites inimaginables. También es cierto que Larry puede llegar a deseperarte, e incluso a convertirse en el tipo mas odiado del mundo, pero esa dualidad es la que lo convierte en algo especial. Actualmente estoy terminando la cuarta temporada y siempre acabo con el mismo pensamiento; Larry David is Different.

En apenas un año, Fringe se ha convertido en una de las favoritas de la comunidad seriefila, y la verdad es que fue unos de los platos fuerte de la temporada pasada. Con un gran argumento de ciencia-ficción que prometía ser sumamente adictivo y una producción deslumbrante, todo parecía presagiar que la nueva serie de J.J Abrams se convertiría en una de mis series de cabecera. Pero nada mas lejos de la realidad. Tras un buen piloto, capitulo a capitulo la serie fue cayendo en tópicos y refritos, y los personajes no acabaron de acomodarse en una trama con algunas pinceladas de originalidad, y demasiadas referencias. Tampoco voy a echar solo pestes sobre ella. A favor tengo que decir que no resulta nada aburrida e incluso a veces logra sorprenderme, especialmente cuando su trama se serializa y logra zafarse de todas esas influencias que la lastran continuamente. Me dispongo a afrontar los últimos capítulos de la temporada con bastante interés, pero sin ese cosquilleo que te produce el estar ante el final de algo grande.

Daybreak me intereso por ese argumento a lo “Atrapado en el tiempo”, pero con un punto de vista policiaco. En esta serie el detective Brett Hopper es acusado de asesinato, y tendrá que investigar quien le ha tendido una trampa pero con una peculiaridad añadida, el día ha entrado en un bucle y no deja de repetirse una y otra vez.. Solo llevo cinco capítulos, y aunque ya voy encontrando en ese inmenso puzzle demasiadas piezas sueltas, la serie engancha fundamentalmente por su ritmo eléctrico. El problema que intuyo puede llegar a tener, es que al repetirse el mismo día, dos veces por capitulo, la acción se repita demasiado y acabe aburriendo. También puede tener otro problema, este mucho más grave, y es que para jugar con el espacio tiempo hay que tener una precisión de relojero, sino puede caer en incogruencias letales que acaben por dinamitar la serie. De momento entretenida, algo anárquica, interesante, y un poco reiterativa. Veremos como evoluciona la cosa.

jueves, 17 de septiembre de 2009

Mi Parrilla del Jueves: Adolescentes, reyes, y bomberos

Para comenzar los jueves tengo una de las comedias de culto de la ultima década. Freaks and geeks. Esta serie creada por Paul Feig y producida por Judd Apatow (creador de películas como Lio embarazoso o Supersalidos) fue emitida inicialmente por la cadena de televisión NBC en la temporada 1999-00 y cancelada poco después a pesar de tener unas excelentes criticas. En la actualidad quizás no sea demasiado conocida, pero yo siempre la recomiendo porque su calidad es excepcional. Lo mejor de ella son sus personajes, que enseguida se convierten en unos amigos entrañables con los que disfrutar capitulo a capitulo, y sus insegurides e inquietudes de adolescente te harán sentir de nuevo como si estuvieras en el instituto. Sobretodo para los que estamos en la mitad de la treintena, ya que la serie se sitúa a mediados de los años 80, con referencias muy concretas a grupos de música y películas de la época. Los siete capítulos que llevo son pura magia, tan divertidos como extrañamente tristes, y es precisamente en esa mezcla de sensaciones donde reside todo su encanto. Una serie sencilla, sin grandes pretensiones, pero muy directa al corazón.

Kings fue la nueva serie que elegí para los jueves. El argumento prometía ser de lo más original. Una revisión de David contra Goliat situada en la época actual. Tiene un extraordinario reparto, y la crítica forera la ponía entre los mejores estrenos del año, todo prometía ser una nueva fiesta seriefila. Sin embargo, tras ver el piloto, la sensación que me ha quedado es de ligera decepción. Es indudable que la cadena NBC apostó por ella, ya que su producción es fantástica, y tuvo un potente despliegue publicitario. A pesar de todo esto, la serie fue cancelada tras su primera temporada debido a las bajas audiencias. Empecemos por partes. El Piloto tiene muy buenos momentos. Las escenas de guerra están muy cuidas, los actores están a la altura, y el final es tan cautivador que te hace olvidar de un plumazo todos los defectos que arrastraba la historia hasta el momento. Y es que visualmente la serie promete ser un espectáculo para los ojos. Pero en contra tenemos larguísimos discursos que frenan el ritmo constantemente, demasiado politiqueo superficial, y sobretodo ese tonillo a culebrón a lo Falcon Crest, que espero que dejen a un lado lo antes posible. En definitiva, un piloto muy irregular con pinceladas de buen hacer que espero vayan en aumento en los próximos capítulos.

Y para terminar este jueves estoy de estreno. Normalmente voy “fichando” las series que más me llaman la atención a lo largo del año, y las voy dejando en una carpeta que se llama “Mis Novedades”. Para esta elección me baso en cientos de comentarios de foreros, criticas especializadas, y sobretodo mucha intuición, y puedo decir que la mayoría de las veces acierto, ya que pocas son las que dejo atrás sin terminar. Para esta ocasión me he decidido por Rescue me. La serie de la cadena FX, narra las vicisitudes de un grupo de bomberos tras el 11-s. Poco mas se de su trama, pero me basta con saber que el enfoque no es precisamente una glorificación al heroísmo, y además viene avalada por la cadena que la produce, responsable de series como Daños y Perjuicios, The shield o Sons of Anarchy. Estas dos ultimas también pendientes de estreno en mi parrilla.

miércoles, 16 de septiembre de 2009

Mi Parrilla del Miercoles: Cerebritos, policias, y una familia diferente.

Mi parrilla del miércoles comienza con la segunda temporada de Big Bang. Una de las series más alabadas por los foreros de todo el mundo, y que a mí personalmente me dejó algo decepcionado en su primera temporada. Es indudable que Sheldon es el mejor personaje de la serie, pero los guiones de la primera sesión, no me parecieron demasiado ingeniosos más allá de las ocurencias de este magnífico personaje. Sin embargo, esta temporada me está enganchando mucho más. Y es precisamente por lo que comentaba anteriormente, parece que hay vida más allá de Sheldon. Wolowitz y Koothrappali ya no parecen dos personajes de relleno buscando unas frases con las que llamar la atención, y Leonard, con esa cara de aburrido de la vida, contrapesa mejor que nunca las extravagancias de su amigo Sheldon. Las historia son más sólidas y por tanto mas divertidas, ahora si que se parece a esa serie que tanto gusta en la red. Sin embargo, la única que sigue sin entrar en escena es Penny. Mucho pantaloncito ajustado y mucho escote pero la química con el resto de personajes todavía es muy pequeña. Aùn asì tendré fe, Todavìa me queda más de la mitad de la temporada para que surja la chispa.

Tras dejar atrás a los cerebritos frikis de Big Bang, cada miércoles me dispongo a meterme un nuevo chute de una de las mejores series de todos los tiempos, The Wire. En su cuarta temporada ya, se me está pasando la serie en un suspiro, Mcnulty y compañía andan mas disgregados que nunca intentando resolver cada uno por su lado las miserias de una Baltimore plagada de corrupción. Este cuarto relato se centra en el sistema educativo de los bajos fondos de la ciudad, y comienza como casi todas, sentando lentamente las bases de su trama muy poco a poco para ir tejiendo un inmenso, e intenso collage, que acabará explotando al final de cada temporada en cientos de verdades contrapuestas. No exagero si digo que su tercera temporada es de lo mejor que se ha hecho en televisión, y babeo al pensar que aún me queda una temporada y media más por delante.


Y los miércoles termino el día con una de las ultimas joyitas de la cadena HBO, Big Love. No sé que tiene esta familia de mormones de UTA, que me tiene tan fascinado. La primera temporada me pareció un entretenimiento más que interesante, con una descripción de personajes fantástica, pero sin demasiada chispa en el argumento. La segunda en cambio, destapa todo su potencial centrándose mejor en la historia. Si al principio descubríamos a las tres esposas de Bill Henrickson, con sus anhelos y preocupaciones internas, aquí ya han pasado a la acción. El enfrentamiento entre la comunidad y la familia Henrickson es lo mejor de una segunda temporada, plagada de giros y con bastante más acción, que provoca que la historia tenga más fuerza dando un salto de calidad innegable. De la tercera no puedo comentar nada reseñable ya que solo llevo dos capítulos y aún esta todo por comenzar, eso sí, el comienzo es prometedor.

martes, 15 de septiembre de 2009

Mi parrilla del Martes: de New York, al pasado, y de vuelta, a Texas

Cada día me gusta comenzar con una comedia, y el martes no iba a ser menos. Tras el buen sabor de boca que me dejaron los chicos de Rockefeller Plaza en su tercera y mejor temporada, necesitaba algo potente para sustituir, y por fin pude comenzar a ver de nuevo una de las comedias de moda, estoy hablando de Cómo conocí a vuestra madre. Tras una tercera temporada más que decepcionante, y con el visionado de tan sólo cuatro episodios de la cuarta, diré que lo que he visto hasta el momento está al nivel de las dos primeras, y eso es decir mucho. Con un Barney en estado puro y una Robin que poco a poco se está comiendo a sus compañeros de reparto, la serie parece levantar el vuelo (cruzaré los dedos). Podemos verlo en capítulos tan magistrales como el de la búsqueda de la hamburguesa perfecta, o si la novia de Ted adora o no Star Wars. Son esa clase de argumentos y detalles los que me hicieron ser un gran fan de la serie, y espero y deseo que el resto de la temporada continue siendo tan ingeniosa como hasta el momento.

Tras una de las comedias más estimulantes de los últimos años, llega el turno de uno de los platos fuertes de la semana, que no es otra que Mad Men. Después de una primera temporada hipnótica, milimétrica y exquisita, en la que no falta ni sobra nada, afronto los últimos capítulos de la segunda, con la sensación de estar ante algo mucho más grande. A dejado de ser esa serie revelación, de la que todo el mundo habla y premia (mejor drama en los Emmy el año pasado), para convertirse en pura genialidad televisiva. La mayoría de los capítulos vistos hasta este momento, son simplemente perfectos, y espero un desenlace de temporada a la altura que la convierta, con permiso de Perdidos, en la mejor serie en activo del momento.

Y este martes termino el día con mis chicos de Dillon. Friday night lights no es lo que parece, me decían, y tenían razón. Solo me quedan los últimos cuatro capítulos de la primera temporada, y NO estoy deseando ver si los Panters llegan a la final, (por supuesto que lo harán, supongo), sino el desenlace de esas vidas imperfectas de instituto, que ya desde los primeros capítulos te atrapan y no te sueltan. ¿Es una serie de chicos y chicas guapas de instituto? ¡Si!.¿Es una serie de fútbol americano? ¡También!, ¿Entonces que hay en la serie que merezca la pena? Respuesta: Mucha verdad, y trozos de vida, narrados con mucho estilo. Por otro lado, tampoco es la gran serie que parece que he descrito, no nos vamos a engañar, muchos de los giros de la trama, en especial la resolución de los partidos, son muy previsibles, pero a cambio te aseguro que los capítulos te enganchan de cojones.

lunes, 14 de septiembre de 2009

¿Otro tío más hablando de series?

Hablemos en Serie es mi blog personal. Nace de la necesidad de expresar todo aquello que pasa por mi cabeza, relacionado con el maravilloso mundo de las series de ficción, principalmente americanas. Gran parte de mi existencia se la dedico a estar delante de un televisor, devorando series y películas, porque hay pocas cosas que me gusten más que sentarme a escuchar, ver o leer, una buena historia.

En la última década ha habido un auténtico cataclismo televisivo en Estados Unidos que ha provocado una inmensa avalancha de productos de calidad abanderados por la cadena HBO. Los Soprano, A dos metros bajo tierra, The Wire, Deadwood, Carnivale, y muchas otras, se han convertido en referente, para miles de cinéfilos que como yo, ya adorábamos el cine, y nos han ido convirtiendo poco a poco en auténticos serieadictos, porque si una cosa esta clara es que soy un adicto a las series y este blog nace para demostrarlo.

A continuación os enseñaré mi parrilla actual para que os podáis ubicar. Comenzaré por el lunes, e iré publicando diferentes post coincidiendo con los días de la semana:



Los lunes he comenzado con la cuarta temporada de Weeds, sólo llevo un par de capítulos, y de momento los Botwin siguen tan ácidos como siempre. No sabía muy bien hacia donde iría la serie después de los últimos y radicales acontecimientos acaecidos en Agrestic, en el final de la tercera temporada, y he de decir que de momento la cosa no huele a quemado y eso va con segundas. Nancy continua tan sexy como siempre, y con más ganas que nunca de meterse en más líos, veremos como evoluciona esta nueva temporada tan diferente a las anteriores.

A Weeds le siguen los capítulos finales de la segunda y lamentablemente última temporada de Pushing Dasies. La serie ya cancelada de la cadena ABC, ha sido una de las estrellas de mi parrilla, y estoy deseando ver si han conseguido cerrar decentemente este dulce cuento colorista, o por el contrario nos han dejado con un amargo sabor de boca, nunca mejor dicho. Ahora que me precipito hacia el final, la serie tiene más fuerza que nunca y se hace más evidente la necesidad de haberla serializado desde un principio en favor de procedimentarla, con bastantes capítulos algo inocentes y repetitivos, aunque siempre visualmente estimulantes. Al fin y al cabo es como es, y yo aplaudo la propuesta del señor Fuller.

Y para terminar el día, tengo a cuatro hermanos expertos en meterse en líos, ellos son Los hermanos Donnelly. Voy por la mitad de la única temporada, y tengo que decir que la serie ha ido de más a menos, quizás lastrada por los estupendos dos primeros capítulos. Esto no significa que la serie este dejando de interesarme, ni mucho menos, mantiene un buen nivel, sobre todo debido a su excelente ritmo, y en especial a Tom Donnelly, el personaje que soporta todo el peso de la serie sin casi despeinarse, y con unos cuantos pecados sobre los hombros con los que tiene que convivir dia tras dia, siempre arreglándolo todo a costa de perder poco a poco su alma. Solo espero que la serie no siga en caída, porque sería una pena desaprovechar el gran potencial que todavía tiene.