¡Qué estupenda miniserie hubiese sido esta primera temporada de Boss!
Ahí van mis razones:
Porque le sobran capítulos, personajes y tramas.
Porque le falta mordiente, consistencia e intensidad.
Porque no todo se puede basar en un solo personaje, por muy importante y bien interpretado que esté (y vaya si lo está, ¡Inmenso Grammer!).
Porque Boss en versión mini se haría mucho más llevadera en su interminable y disperso tramo inicial...