Después de unos cuantos post únicamente enfocados en Lost, hoy vuelvo al resto de series con una de las últimas maravillas que nos ha regalado la cadena HBO. Muchas expectativas había puestas en The Pacific (sobre todo después de haber visto la genial Band of Brothers), y tengo que decir que nuestros excesivos deseos estaban plenamente justificados, ya que este segundo acercamiento a la Segunda Guerra Mundial ha sido una auténtica experiencia televisiva a la altura de cualquier gran película bélica que haya tocado este tema antes. Que ésta sea superior a la anteriormente citada es solo una cuestión de gustos personales, pues las dos son excelentes e impecables producciones que además de complementarse a la perfección nos ofrecen la misma sincera mirada, brutal y descorazonadora, única posible en este tipo de relatos tan intensos. Os prometo que tras los puntos suspensivos solo encontrareis barro, sangre, muerte, y desesperación en una deshumanización pocas veces vista antes en televisión. Desembarquemos pues en esas playas del Pacífico tan diferentes a las de Lost. Cubríos bien los unos a los otros no vaya haber alguna baja entre el personal…..
Ya cuando comenté el piloto dejaba claro que The Pacific seria toda una experiencia más que una simple historia sobre una guerra cualquiera. En esta ocasión tres personajes principales sin apenas conexión entre ellos sostienen el relato prácticamente en su totalidad, sirviendo de soporte a unas tramas que únicamente nos sirven para guiarnos como linternas por los más oscuros pasadizos del alma humana, verdaderos protagonistas de la serie. Quizá al principio nos sintamos algo desorientados y aturdidos con tantas balas a nuestro alrededor y tanto estallido perdido en busca de muerte y destrucción, pero todos y cada uno de estos momentos nos sirven como perfecta conexión con la experiencia de todos esos marines que se jugaron la vida a cada segundo en aquellas islas perdidas del pacifico. Cada episodio comienza con el relato documental de unos héroes envejecidos, en cuyos ojos y quebrada voz se refleja con exactitud la pesada carga que tuvieron que llevar a cuestas durante tantos años. Estas magníficas imágenes de archivo apoyadas con el diálogo de sus verdaderos protagonistas, nos introducen en cada episodio aportando un plus extra de realismo, cuya finalidad no es otra que la de meternos en situación de la manera más rápida y eficaz posible, siendo éste uno de los mayores aciertos de la serie. Gracias en parte a este recurso disfrutar y sufrir con ella solo está separado por una fina línea que muchas veces desaparece ante nuestros ojos.
¡Cuidado, algunos spoilers (pocos) pueden ser como minas anti persona!
En cuanto a los personajes son éstos los que nos sumergen en las cloacas de la inmundicia humana, mostrándonos tres maneras diferentes de contarnos la misma historia de desesperación y vacio emocional amputado. Robert Leckie es un marine que lucha desesperadamente por encontrarse a sí mismo en un lugar que invita constantemente a deshacerse de todo vestigio de bondad y empatía. En ese desasosegante camino por el infierno perderá parte de su vitalidad y optimismo, aunque finalmente podrá superar a su manera todo lo acontecido, gracias a un antiguo amor cuya impertérrita esencia siempre fue la única tabla de salvación posible para él. En el caso de John Basilone, éste se convertirá demasiado pronto en un nuevo héroe de barro que lo alejará de las trincheras durante la mayor parte del conflicto. Su nueva condición de vendedor de bonos de guerra y marioneta del ejército americano le hará sentir un impostor hasta tal punto que inevitablemente querrá volver a un conflicto que lo verá morir como a uno más de sus miles de anónimos combatientes.
En cuanto al último de sus protagonistas Eugene Sledge (quizá el más interesante), representa la pérdida absoluta de la inocencia y la percepción distorsionada de lo que puede llegar a ser un conflicto bélico. Enrolado en el ejército por pura cabezonería y a pesar de sus acuciantes problemas de salud, Eugene pronto descubrirá que el cara a cara con la muerte no tiene nada de glamuroso y mucho menos dignifica al hombre. Su pérdida de humanidad nos sobrecoge por la intensidad con que nos son arrojadas la mayoría de sus imágenes, y su redención final (en una escena auténticamente devastadora) nos entristece el alma porque sabemos que el horror de la guerra está en cada uno de sus despiadados detalles. El último episodio cierra en su mayoría la historia de este crucial personaje sirviendo como perfecto epílogo de la serie, y demostrándonos que el paso por unos acontecimientos de tan destructora magnitud solo pueden llevarnos a la incomprensión y el desasosiego para el resto de nuestros días.
Los tres últimos episodios me parecieron maravillosos, y Sledge que al principio me costó acogerlo por ser el último que se integra en la trama, pronto se hizo hueco, gran miniserie.
ResponderEliminarSatrian: Aunque ya comienza fuerte, es verdad que va subiendo la intensidad capítulo a capítulo hasta llegar a los últimos que son devastadores y muy emotivos..
ResponderEliminarRealmente habrá mil opiniones encontradas de gente diciendo que le guste más Band of Brothers o The Pacific. A mi de The Pacific me ha gustado toda la parte que rodea a la guerra, y han acertado al añadir muchas escenas sin guerra. Y Band of Brothers supo hacer que el espectador fuese un miembro más de la Easy Company.
ResponderEliminarSon muy parecidas, pero a la vez completamente distintas. A mi me gustó más Band of Brothers, porque te hacía sentir en mitad de la guerra, había tensión en cada minuto. The Pacific sacrificó eso para darle un sentido más humano a todo. 100% recomendables las 2.
Rainor: Band of Brothers quizá por ser la primera goza del efecto sorpresa y por ello perdure en la memoria con mayor intensidad. Aunque por otro lado a los primeros episodios les costaba entrar en situación por la gran cantidad de personajes que manejaba la serie. Lo importante es que The Pacific ha estado a la altura de las grandes expectativas que había dejado su predecesora y todos salimos ganando con ello.
ResponderEliminarTu sistema de comentarios ya me la ha vuelto a liar y sin querer he pinchado en una entrada recomendada que sale antes de confirmar... y se ha borrado todo. No es la primera vez que me pasa, pero bueno, lo que venía a decirte es que sólo he podido leer hasta la barrera de spoilers, pero que me has animado aún más a ponerme con ella. La he estado reservando para poder hacer lo mismo que hice con su hermana mayor, devorarla del tirón. Espero que The Pacific me guste tanto como Hermanos de Sangre, como mínimo...
ResponderEliminarProblemillas de Blogspot, que le vamos a hacer. Si tienes demasiado idealizada la otra quizá no te entusiasme tanto, pero para mí está a la altura, incluso puede que sea más desgarradora si cabe.
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