The Pacific. Comienza la invasión HBO.

Como bien sabréis la mayoría de vosotros, la cadena HBO está preparando para los próximos meses una autentica invasión de series de calidad. Después de unos cuantos años de incertidumbre mediática (que no de ingenio) donde tan solo había logrado llamar la atención de los medios con ese extraño proyecto tan esperpéntico como fascinante llamado True Blood, parece que para los próximos meses ha decidido reivindicarse de nuevo como la reina absoluta de las cadenas de calidad. Para ello nos ha preparado todo un arsenal de series de renombre que como poco prometen ser todo un auténtico festín de imágenes e historias increíbles. De la mano de David Simon (The Wire) en abril nos llegará Treme. Presenciar las vidas de una serie de músicos de la Nueva Orleans post Katrina nos llena de ilusión, porque sabemos que no hay nadie como Simon para mostrar las complejidades y miserias de toda una ciudad y sus habitantes. Para otoño la cadena nos tiene preparado una nueva vuelta de tuerca al universo mafioso (en este caso de los años 20) con un proyecto producido y dirigido (en este último caso solo el piloto) nada más y nada menos que por el genial director de cine Martin Scorsese, acompañado esta vez por uno de los guionistas de Los Soprano. Como veis dos buenas razones de peso para esperar una nueva obra maestra de la cadena. Más tarde Luck (de Michael Man y David Milch con Dustin Hoffman de protagonista), Juego de Tronos (adaptación de la aclamada saga de libros histórico-fantásticos), o lo nuevo de David Chase (Los Soprano) se sumarán a los proyectos anteriormente mencionados haciéndonos soñar con un futuro catódico de la HBO de lo más ambicioso y prometedor. Pues bien, la primera de sus grandes series ya ha llegado y se llama The Pacific. Veamos que nos ha ofrecido este primer desembarco seriéfilo…….

Hace unos añitos Steven Spielberg y Tom Hanks nos regalaron una fantástica miniserie de diez capítulos llamada Band of Brothers. En ella pudimos seguir a un grupo de soldados americanos a través de una Francia ocupada por los alemanes, tras la invasión europea que efectuaron éstos en los coletazos finales de una Segunda Guerra Mundial devastadora. Una producción espectacular que unida a un rigor histórico exquisito y unas historias de una calidad humana inigualables, hicieron de esta serie un clásico al instante que todavía hoy perdura en nuestra memoria como una de las mejores series que se han hecho nunca en la historia de la televisión.

Con semejante precedente y de la mano de los mismos responsables ahora nos acaba de llegar The Pacific. Este primer episodio (de la que es ya la serie más cara hecha hasta la fecha) ha sido todo un festín de imágenes impactantes y escenas demoledoras que no han desmerecido para nada todo ese brutal despliegue de medios de marketing que ha utilizado la cadena para promocionarla. He oído alguna que otra voz en contra diciendo que los personajes no estaban muy bien presentados ni desarrollados. Aunque desde luego puede que tengan algo de razón no creo que este hecho le reste ni un ápice de fuerza a una historia cuyo personaje principal en este primer episodio ha sido sin duda la deshumanización del hombre en un entorno hostil, amparado en la lejanía de unas leyes éticas, que no sirven más que para hacer aparecer algún que otro remordimiento pasajero en aquellos soldados que aún son capaces de recordar el valor de una vida humana.

¡A partir de aquí Spoilers! Tras una escueta pero efectiva introducción en el contexto histórico con un fantástico montaje de imágenes de archivo, y unas pequeñas pinceladas a sus personajes principales, The Pacific nos traslada de inmediato a la isla de Guadalcanal a través de un desembarco que juega con nosotros y nuestras referencias más inmediatas, posponiendo inteligentemente un conflicto que no llegará hasta el tramo final del piloto. Antes de llegar a ese descomunal desenlace, viviremos con los soldados interminables guardias bajo la lluvia, calurosos paseos por una selva llena de soledad y peligros ocultos, superficiales conversaciones de camaradería que esconden temores y anhelos, e incluso alguna que otra muerte accidental por imprudencia de la víctima unida al miedo agazapado de varios soldados deseosos de apretar el gatillo de sus armas. Una espectacular batalla de barcos en la lejanía nos preparará de la mejor de las maneras para esa última escena del episodio, donde en una noche llena de explosiones, balas, sangre y terror asistiremos a unos de esos grandes momentos únicos, que seguro será el primero de muchos que nos tenga preparados una serie tal magnitud.

A la mañana siguiente una playa llena de cadáveres nos dejará con la angustia y el desconsuelo de haber asistido a la peor versión del ser humano. Tras ver como un japonés mal herido es capaz de llevarse por delante en plan kamikaze a dos soldados americanos que lo ayudaban a levantase, y como el resto de soldados en represalia juegan con otro nipón a “tiro al plato” sin ningún tipo de humanidad ni resquemor, ya no nos quedará ninguna duda de que esta serie no se andará por las ramas a la hora de enseñarnos toda esa desasosegante crudeza emocional que hay siempre implícita en el interior de cualquier conflicto bélico. En definitiva, un primer episodio algo desajustado pero perfectamente compensado por una deslumbrante puesta en escena y un despliegue dramático tan intenso y desasosegante, que uno no puede más que disfrutar de toda esa grandilocuente propuesta por su brutalmente honesta y cautivadora forma en que está llevada a cabo. Un gran inicio para lo que esperemos sea una gran serie.