domingo, 23 de mayo de 2010

Lost. Hacia el corazón de la isla. What They died for

Continuando con el post anterior voy a dar un pequeño pero exhaustivo repaso al último de los episodios de Lost, justo a las puertas de esa inminente gran Finale de la que todos estamos pendientes. Lo primero que quiero comentar es que tras ver dicho episodio mi primera reacción fue algo tibia, quizá debido a unas expectativas demasiado entusiastas, o más bien por culpa de una estructura argumental que no encajaba exactamente con las necesidades específicas que me pedía mi impaciente cabeza en esos momentos. Desde hace ya unos cuantos capítulos ésta no ha hecho otra cosa que buscar desesperadamente los elementos precisos que le den a la serie esa perfecta sensación de redondez (que no respuestas para todo), esperando a empezar a encontrarlas en este último episodio. De ahí mi algo fría reacción inicial al comprobar que aún estaba todo por cerrar, dándome cuenta más tarde de que en realidad lo que había visto no era más que un estupendo capitulo de puente hacia su última entrega. Veamos lo que nos ha ofrecido esa penúltima ración de Lost…..

¡Spoilers! “What They died for” nos deja más que nunca con la miel en los labios porque tiene un regusto a final de serie que tira de espaldas. En realidad lo que hemos visto es el clásico penúltimo episodio de cierre de temporada pero esta vez con un componente extra de incomprensión que nos deja inevitablemente con una amarga sensación de ansias de conocimiento. La pieza final que de sentido a ese inmenso puzle que es la serie aún está en el aire, y al quedar solo un episodio da la sensación de que estamos ante un fascinante fuera de juego decisivo. Ya dije hace tiempo que Lindelof y Cuse se habían jugado a una sola carta muchas de las percepciones finales de su creación, y creo que llegados a este punto no me había equivocado en exceso al hacer semejante apreciación. Aunque mi cabeza me prevenga de un posible golpe mi corazón no hace otra cosa que confiar en una maravillosa vuelta de turca final que de sentido a la columna vertebral de estas seis maravillosas e imperfectas temporadas. Como veis, razón y fe una vez más enfrentadas esta vez dentro de mis propias expectativas.

En cuanto al episodio en sí, hemos visto (gracias a dios) que Ben aún tiene mucho que decir. Su giro ¿inesperado? hacia el lado oscuro de la fuerza me da que es parte de un plan de supervivencia improvisado que además le ha dado la oportunidad de zanjar cuentas pendientes con Widmore. Poco antes de estos hechos Richard era arrollado por un humo negro enrabietado y dispuesto a todo, incluso a hundir la isla en el océano. Por el bien de la serie solo espero que ese no haya sido el final de nuestro querido tinerfeño, pues sin duda no se merece una despedida tan poco glamurosa. En cuanto a los candidatos la tristeza y el cansancio por todo lo ocurrido en los últimos días se puede ver perfectamente reflejado en cada uno de sus rostros. Por fin Jacob se decide a dar la cara ofreciendo su puesto de guardián de la isla a cualquiera de ellos, y por fin vemos como nuestro querido Doctor da ese último paso al frente para coronarse como sucesor de éste. Seguro que no fui el único en la sala que en ese preciso instante recordó con nostalgia a un aventurero John Locke perfecto candidato a recibir semejante honor.

Mientras en la realidad isleña todo está ya preparado para la batalla final por el corazón de la isla, en la realidad alternativa aún seguimos sin tener la más mínima pajolera idea de hacia dónde nos llevaran sus últimos acontecimientos. Lo que parece más claro que nunca es que Desmond es la pieza clave de ambas realidades. Sus últimos drásticos movimientos han llevado a Ben a rencontrarse con su otro yo (y de paso con una posible futura familia) a base de puñetazos, utilizando después todos los recursos a su alcance (Hugo y Ana Lucía entre ellos) para redirigir a la mayor cantidad de Losties hacia una fiesta benéfica, que casi seguro se convertirá en el punto de inflexión de la temporada y por consecuencia de toda la serie. Por otro lado Jack y Locke nos vuelven a brindar con otro maravilloso cara a cara, esta vez con olor a despedida, en una preciosa escena de sueños reencontrados. En ella, éste último por fin encontrará su fe perdida, impulsora directa de la decisión de ponerse en manos del doctor, en busca de un futuro que lo lleve lejos de la esclavitud de la silla de ruedas de la que se encuentra preso. A puertas del final solo queda abrir bien los ojos y dejarse llevar por la magia de Lost.

Dentro de poco habrá un un post especial con lo mejor y lo peor de esta sexta temporada.

2 comentarios:

  1. Este espisodio me gusto más que la finale que fue totalmente decepcionante. Prometia lo que luego no pudo cumplir.

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  2. Mark: Mañana posiblemente tendré preparado un post sobre esa finale tan polemica.

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