sábado, 20 de marzo de 2010

Glee. ¿Ingeniosa y brillante o un mero producto de consumo rápido?

Entre el ingenio más brillante y el pasteleo más absoluto, en esa delgada línea se mueve constantemente Glee. Las sensaciones que me produce cada episodio son tan contradictorias y perturbadoramente opuestas, que acaban por convertirse en una autentica e impredecible coctelera de emociones (tan excitantes como superficiales). Por contra, estas lejos de incomodarme terminan por parecerme de lo más entrañables y divertidas. Y es que por encima de sus estereotipados convencionalismos “Teen”, y su desagradable insistencia en querer trascender (a toda costa) el mero entretenimiento musical-televisivo a base de reciclados hits que no siempre aciertan en la diana de la perspicacia, Glee es una buena comedia, y lo es porque termina siendo demoledoramente “buen rollista”. Este recién inventado termino me viene al pelo para describir la sensación final con que te deja (quieras o no) cada uno de sus ingeniosos Capítulos. Un estado emocional que no siempre llega cuando uno lo espera, pero que cuando aparece lo hace para llevarnos a unas cotas tan altas de diversión y entusiasmo, que hacen que merezca la pena haber pasado por todo ese tortuoso empacho de ritmos y mensajes sensibleros y sensacionalistas de los que también hace gala una serie, que en definitiva no es más que un buen producto lleno de imperfecciones…….

Música

Como ya hice al comentar el piloto, vuelvo a repetir que a pesar de que su propuesta musical me pilla a años luz de distancia (por años y por preferencias rockeras), sus canciones (casi) siempre se las ingenian para cogerme por sorpresa y descolocarme lo suficiente como para que me resulten satisfactorias a pesar de ser tan ajenas a mis gustos musicales. Estos hits híper-activos y perfectamente integrados en su armazón argumental logran contagiarme toda esa desbordante energía gracias a una astucia sin igual, que empieza por unos guiones con pequeñas dosis de mala leche, y termina por una propuesta formal y narrativa plagada de originalidad y desparpajo visual. La elección de sus temas musicales no siempre es la más acertada, pero hasta cuando falla resulta tan simpática que uno no puede más que perdonarle toda esa efectista omnipresencia de claros fines comerciales. También es verdad que muchas de sus baladas me son completamente inaccesibles y no puedo hacer otra cosa que pasar por encima de ellas alejándome como alma que lleva el diablo de semejante empacho emocional. Aún así la mayoría de temas están bien escogidos e interpretados y uno los disfruta como parte de un todo que a pesar de ser irregular es también luminoso y cercano.

Mejor personaje

En cuanto a sus personajes destaca por encima del resto la presencia de una maravillosa y despiadada Sue Sylvester. Esta envidiosa y maquiavélica profesora encargada del equipo de animadoras goza de los mejores diálogos de la serie, catapultando con estos su interpretación a unos niveles de calidad que en ningún momento logran alcanzar ninguno de sus compañeros de relato. Con ella en pantalla la serie se transforma en un producto mucho más gamberro y delicioso y su sola presencia garantiza excitantes momentos de fino humor malintencionado. Ella es en gran parte la responsable del éxito de Glee como lo pueda llegar a ser Sheldon en Big Bang Theory, o Barney en How I meet your mother. O lo que es lo mismo, uno de esos personajes que iluminan tanto que pueden llegar a oscurecer al resto del reparto provocando un evidente desequilibrio estructural que muchas veces logra herir de muerte la totalidad de su conjunto. Aunque en Glee todavía no ocurra esto, si hay claros indicios de que este mal pueda darse en futuras entregas de la serie si no se le presta la atención adecuada al resto de personajes.

Conclusión

Desde mi punto de vista puede que Glee no merezca ser ese fenómeno televisivo de calidad que tanta atención se está llevando, sin duda hay otras comedias más solidas y menos artificiosas que merezcan más dicho reconocimiento. Ahora bien, tampoco se le puede negar su deslumbrante capacidad para trascenderse a sí misma llevando su original propuesta mucho más lejos de lo que cualquier otra comedia ha podido llegar en los últimos años. ¿Un éxito efímero? Tal vez, pero al fin y al cabo y por ahora un éxito con suficientes méritos como para proclamarse así. De esta manera y para terminar como he empezado vuelvo a mi pregunta inicial: ¿Ingeniosa y brillante o un mero producto de consumo rápido?

11 comentarios:

  1. Yo la veo principalmente, por su buen rollo y colorido, por los números musicales, y por Sue Sylvester, la trama y los personajes son normalitos y están bien dibujados, no le pido más, pero crea gran adicción a pesar de todo.

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  2. Creo que todo el show que está montando a su alrededor le perjudica más que le ayuda porque ya son muchos los que se preguntan si está sobrevalorada. Yo me declaro gleek 100 %. Para mí, es una muy buena serie, te deja siempre con una sonrisa en la boca y disfruto tanto de los números musicales como de Sue, principalmente, y con eso ya es más que suficiente.
    Saludicos.

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  3. Satrian: También está muy bien que haya en la parrilla un producto de este tipo. Algo diferente a lo que estábamos acostumbrados. Aunque también os digo que en cuanto a musical televisivo prefiero Flight of the conchord. Mucho más extravagante y arriesgado.
    LiPooh: Sobrevalorada o no su éxito es indiscutible y está ahí por algo. Probablemente tenga mucho más que ver con las canciones en sí que por sus virtudes artísticas, que por otro lado tampoco es que quiera quitarle merito alguno.

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  4. no creo que pase eso que mencionas de los personajes porque no siento que nada más quiera ver a Sue, todos los personajes me interesan aunque si reconozco que hay algunos que me los dejan muy de lado eso es lo que deberían de mejorar, pero nada más eso porque es simplemente una de mis series favoritas, esa sensación de optimismo que mencionas es incomparable

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  5. Tú lo has dicho: buenrollismo y Sue Sylvester. Yo le agrego, además, un gusto por congraciarse con lo raro y perdedor que todos llevamos dentro. La disfruto mucho.

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  6. Alejandro A: Tampoco quiero decir que el resto de personajes sean superficiales (tal vez alguno que otro si) lo que si pienso es que Sue acapara toda la atención de la serie cuando hace acto de presencia. Sus diálogos son siempre formidables.

    Antara: También me gusta mucho la banda sonora a cappella. En los primeros episodios me deslumbró por completo.

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  7. Como dices en la conclusión, quizás sea su original propuesta lo que la lleve a destacar tanto. Porque nada se le asemeja.
    Es cierto que algunas tramas son un poco tontas, pero la música y la alegría suelen acabar tapándolas.

    Eso sí, con tanta noticia que sale sobre ella no me han dejado echarla de menos..

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  8. Para mí ha sido una de las sorpresas de la temporada pasada. En principio pensé que no era para alguien como yo pero me picó la curiosidad la cantidad de comentarios sobre ella.
    A veces me recuerda en su mala leche a Malcolm in the middle aunque puede adolecer de un cierto desequilibrio en las tramas. Salvo algún que otro error de casting (cómo pudieron contratar a alguien tan anodino como Cory Monteith) el reparto es lo suficientemente variado como para no aburrirse. Por supuesto la entrenadora se lleva la palma pero me gusta especialmente Emma Pillsbury, la orientadora.
    Con Glee se demuestra que nadie como los yankis para hacer tan bien algo tan intrascendente.

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  9. Yorch: Me sorprendió un poco su final tan cerradito a mitad de temporada. Tengo curiosidad por cómo van a continuar algunas tramas como la de la historia de amor del protagonista. Solo espero que continúe tan ingeniosa y no se convierta en un mero producto musical.

    Estar en las nubes: Yo pensaba lo mismo. Desde luego no es el típico producto que me pueda interesar en un principio. Quizá el efecto sorpresa fue lo que mejor funcionó en mi caso. En cuanto a Cory Monteith esa imagen anodina creo que le va al pelo al personaje. El tío es un autentico tronco bailando pero resulta divertido.

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  10. No se parece a ninguna propuesta ctual en televisión, y yo no hablaría tanto de buenrollismo como de cinismo sutilmente diluido en personajes y tramas... y además, cantaN!!!!

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  11. Brian Edward Hyde: Su cinismo (que lo tiene) sería más eficaz si no intentara complacer a todo el mundo, argumentalmente hablando. Por otro lado si fuera así perdería su carácter ligero y entrañable.

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