Policías de Farmington.

Que The Shield es una gran serie ya lo sabía. Que fuera tan brutalmente demoledora desde luego lo intuía, pero que con tan solo trece episodios vistos ya haya dejado huella en uno, sin duda es todo un absoluto descubrimiento que me deja con un estupendo regusto de cara al futuro. Siendo sincero conmigo mismo tengo que reconocer que sus primeros episodios aunque indudablemente de gran calidad los sentía algo lejanos y distantes debido a una escalofriante aspereza visual que lo hacía todo un poco inaccesible para mí. Además tenía la extraña sensación de que su interesante propuesta estaba demasiado ansiosa por trasgredir sus propios límites y pecaba en exceso de ganas de mostrar sus cartas más valiosas con demasiada rapidez. Tan solo era una cuestión de tiempo darse cuenta que todo ese perturbador aspecto visual era el traje perfecto para unos guiones incómodos y deslumbrantemente intensos, y su electrizante ritmo el vehículo idóneo para llevar al espectador hasta el corazón de cada historia de la manera más rápida y sincera posible. En definitiva todo un magnifico grupo de historias y personajes que a continuación y con vuestro permiso paso a relataros…….

¡Puede haber algún que otro spoiler en forma de mina! ¡Tened cuidado! Descubrir a un tipo como Vik Mackey es todo un hallazgo y una experiencia que divide en un antes y un después la vida seriéfila de cualquiera. Este excepcional protagonista marca el tono y el ritmo de la serie y para bien o para mal (argumentalmente hablando) suele estar involucrado en casi todas las tramas que se desarrollan en ella. Ya se ha hablado muchas veces de esa desconcertante dualidad moral de la que hacen uso tanto él como sus hombres de asalto, pero nunca con unos ejemplos tan claros como cuando Vik es capaz de pegarle una paliza a una prostituta a la que quiere para librarla del asesinato que acaba de cometer, o como cuando él y su equipo se arriesgan a robar las pruebas de un furgón policial que ellos mismos amañaron días antes por error. Ejemplos como estos hacen de este tipo de personajes todo un fascinante mundo de sorpresas que igualmente te enamoran como te horrorizan, dejando claro con esto que cuanto más veraz es el reflejo de la vida mejor sabe el relato que lo absorbe.

Tampoco creáis por eso que el resto de personajes se queda atrás en cuanto complejidad, intensidad e interés. Los detectives Dutch y Cloudette forman una extraña pareja aparentemente inconexa que termina por funcionar por unas personalidades perfectamente complementarias. La increíble capacidad de observación y análisis de Duch está llena de soledad e inseguridades, que son perfectamente compensadas por la extraordinaria capacidad de empatía y entereza de su compañera Cloudette. La suma de estas dos entidades tan diferentes terminan por formar una pareja de éxito profesional cuyo respeto y cariño aunque nunca se manifiesta con demasiada claridad siempre está presente de manera sutil durante toda la temporada. Otra de las parejas protagonistas es la formada por los agentes Danielle y Julien. La primera, una experimentada policía cuya meta es ascender en el departamento sirve como contra ejemplo de su compañero novato con el cual nunca termina de congeniar del todo. Y es que éste se encuentra inmerso en un huracán de contradicciones en cuanto a su identidad sexual que lo hace de lo más imprevisible y peligroso tanto para los demás como para sí mismo.

En lo más alto del escalafón policial, dirigiendo una comisaria que antes era una iglesia (irónico y fascinante escenario), se encuentra el capitán David Aceveda. Personaje (aparentemente) íntegro en sus inicios, llega dispuesto a todo con tal de destapar la corrupción policial que se encuentra en su propio departamento. Sin embargo pronto aprende a base de algunas equivocaciones y varios e ingenuos desengaños que parte de la mierda que cae sobre su tejado llueve desde mucho más alto de lo que parecía en un principio. Al final sus aspiraciones políticas serán vitales para el desarrollo de una trama que como él esconde muchas más sombras que luces.

En definitiva una excelente primera temporada de tramas auto conclusivas y serializadas perfectamente entrelazadas que crece en intensidad con cada capítulo visto. Tan dura y opresiva como igualmente apasionante y cautivadora, este primer encuentro ya deja en la retina multitud de momentos que perduran para siempre en la memoria. No tengo la menor duda de que este es el comienzo de una historia que seguro se hará más grande y compleja a cada paso que de. El primer bocado de un pastel tan amargo como salvajemente enriquecedor.