Lost. Primeras respuestas.

Después de entrar a valorar la premiere de esta sexta temporada de Lost, hoy toca hacer repaso a sus dos siguientes episodios. Por la multitud de comentarios que he podido leer, parece que estos últimos capítulos han dejado sensaciones bastante contrapuestas. Si ese 6x03 no gustó demasiado catalogándolo como poco de prescindible, creo haber entendido que el 6x04 le ha devuelto a la mayoría de la gente todo ese optimismo que habían perdido por el camino. Como siempre dos caras de una misma moneda que nunca dejarán satisfecho a todo el mundo, algo perfectamente compresible ya que nuestras expectativas nunca serán las mismas y por tanto nuestros deseos se verán condenados a no encontrarse jamás en el mismo espacio-tiempo. Yo de momento estoy consiguiendo mantenerme al margen de todo ese torbellino de sensaciones encontradas que despierta la serie, y hoy por hoy puedo decir que mi prudencia logra vencer a mis engañosas ansias de inmediatez. Si algo he aprendido de Lost es que nada es lo que parece y que su juego de espejos siempre suele dejarnos con más de un reflejo escondido en su interior. O lo que es lo mismo, donde hoy encontramos un desconcertante resbalón argumental o alguna escena sin sentido, mañana se nos puede trasformar (en forma de bofetada) en pura maestría con un giro de la trama de lo más inteligente. Por ello os digo que seré prudente en mis afirmaciones e intentaré no caer demasiado en el absolutismo. Eso sí, también os puedo asegurar que mis palabras nunca estarán exentas de perspicacia y sinceridad…..

¡Spoilers!Lo primero que quiero comentar es que efectivamente estos dos episodios me han causado unas sensaciones muy diferentes. Mientras el primero (centrado en Kate) es víctima de un evidente desajuste de intensidad entre sus dos realidades, el segundo (centrado en Locke) nos devuelve toda esa magia de la serie gracias a un perfecto equilibrio entre acción, emoción y aventura. Y es que ver a Kate (una vez más) en una fuga interminable nos resulta ya demasiado cansino y repetitivo por mucha vuelta de turca que lleve ésta. A demás su encuentro con Claire no hace más que evidenciar una falta absoluta de sensibilidad y torpeza en su desarrollo que hace que la mayoría de las escenas que comparten no sean más que meros encuentros sin ningún tipo de estímulo emocional. En ellas vemos lo que parece ser un destino corrigiéndose a si mismo entrelazando de nuevo las vidas de nuestros azarosos protagonistas, solo que en esta ocasión su mágica presencia carece por completo de todo el encanto de antaño transformándose esta vez en una mera sucesión de imágenes si chispa ni gracia.

Sin embargo a mí el templo y lo que ocurre allí dentro sigue pareciéndome de lo más enigmático y cautivador. Si en el post anterior eché por tierra ese extraño despertar de Sayid, ahora me trago mis propias palabras (de ahí el comentario del inicio) y digo que la trama del iraquí y el doctor de los remordimientos perpetuos es sin duda de lo más interesante y perturbador que nos está ofreciendo esta nueva temporada de Lost. A demás quienes tacharon al episodio de transitorio y poco revelador deberían corregir sus palabras. Toda su parte final nos desvela uno de los secretos más esperados de toda la serie (la misteriosa desaparición de Claire), con una respuesta que sin entrar en detalles resulta cuanto menos satisfactoriamente convincente, por no decir que abre todo un abanico de interesantes y monstruosos caminos que personalmente estoy ansioso por recorrer.

En el segundo episodio 6x04, toda esa sensibilidad que no encontrábamos en la realidad alternativa de Kate si aparece en la de Locke. Los guionistas han sabido dotar a esta parte de la historia de una mezcla entre realismo, misterio y desasosiego, y lo han logrado gracias a un inteligente juego de espejos contrapuestos cuyas imágenes devuelven inquietantes y sugerentes reflejos llenos de una emoción y una ternura asombrosa. En esta realidad Locke parece haber encontrado una extraña paz interior en los brazos de su futura mujer, ¿regresará el despiadado destino para desdibujar otra vez su nueva vida? Apuesto a que sí. La guinda a este delicioso pastel amargo ha sido un remate final a la altura de las circunstancias. El desconcertante encuentro entre dos de los personajes más emblemáticos de la serie (Ben y Locke) nos acaba dejando un extraño regusto en la retina con sabor a zozobra. De esta manera consiguen despertar (de la mejor de las maneras) nuestro ansioso y descontrolado interés por unos acontecimientos que espero sean tan fascinantes como prometen ser.

Y dejo para el final la mejor parte de este deslavazado resumen. A través de un espectacular inicio donde nos convertimos por unos instantes en el mismísimo humo negro, nos sumergimos de nuevo en el epicentro de la mitología de la serie. El encuentro entre un oscuro Locke y un destrozado Sawyer nos deja unas cuantas frases para el recuerdo y unas misteriosas preguntas que nos acaban empujando al interior de la selva en busca de unas respuestas que de seguro acabarán siendo trampas en el futuro. Antes de llegar a una cueva de lo más reveladora nuestros dos protagonistas se encuentran con un enigmático niño rubio (¿quizá un Aarón de otro tiempo?) que parece ser una pieza clave en un puzle para cuyo montaje final parece faltarle tiempo. ¡Ya conoces las reglas!¡no me digas lo que no puedo hacer! Dos frases del presente, dos ecos del pasado que parecen tener relevancia en el futuro, más misterios al fuego. Para finalizar el episodio (y a lo grande) en una escena tan envolvente como increíblemente seductora, llegamos a la cueva de las respuestas y descubrimos nombres y números tachados. El sustituto de Jacob parece encontrase entre esos nombres, una respuesta un tanto ambigua y casi seguro inexacta pero que acaba por encandilarnos gracias a un deslumbrante poderío visual y argumental que lo ilumina todo con su oscuro y genuino magnetismo. Puro Lost.

Lo mejor: La mitología de la serie se hace aún más grande y parece que por fin está llegando a su núcleo. Veamos lo sólido que es este. De momento el camino vuelve a ser fascinante. La escena en el embarcadero con un destruido Sawyer en plena catarsis es sencillamente para enmarcar.

Lo peor: A pesar de que hay cosas interesantes la realidad alternativa me sigue dejando muchas dudas y pocos deseos de despejarlas. Espero que no se quede solo en un inservible efecto de guión. Algunos encuentros y desencuentros entre personajes continúan resultando demasiado arbitrarios.