¡The Shield ya está aquí!

Y por fin llegó el esperado y ansiado momento de comenzar con The Shield. Por temática y calidad siempre me había parecido la perfecta sucesora en mi parrilla de la fantástica e irrepetible The Wire. Con esa finalidad la he tenido cuidadosamente reservada (en una vitrina especial de mis deseos seriéfilos) esperando pacientemente su turno dentro de mi siempre extensa e inabarcable lista negra (o series pendientes). Sin embargo mis ansias por descubrir que maravillas me aguardaban en el interior de uno de los proyectos televisivos más alabados y encumbrados de la última década (muchas de las innumerables listas publicadas recientemente así lo atestiguan), me han arrastrado irrefrenablemente a comenzar mucho antes este nuevo y excitante camino catódico. Después de ver este piloto que acabo casi literalmente de inyectarme en vena, mis altas expectativas sobre la serie no podían estar más refrendadas. Por eso a continuación sacaré el arma del auto análisis y dispararé sobre vuestra cara todas esas impresiones que me han dejado su visionado. Lo único que espero es acertar con mis palabras en ese blanco llamado honestidad, y que nadie salga herido de semejante tiroteo. Por si acaso tengan cuidado ahí fuera......

Lo primero que llama la atención de este estreno de The Shield son sus iniciales y aceleradas imágenes de texturas áridas y sucias, que inmediatamente nos posicionan y preparan para el show incomodo y directo que vamos a ver a continuación. Con un par de pinceladas de inteligencia, se nos presentan unos personajes cuya dureza y acritud está directamente sacada de la experiencia de las calles. Su poderosa trama se nos echa enseguida encima cual tren que está apunto de descarrilar, y es que el protagonista de este metafórico medio de transporte, es un tipo capaz de cualquier cosa por muy turbadora y descabellada que sea. Sin duda alguna su lema favorito es y será “el fin justifica los medios”, y no dudara ni un segundo en llevarlo a sus máximas consecuencias, en varias de las escenas más brutales e impactantes del episodio. En ellas queda claro que la fina línea divisoria entre el bien y el mal siempre estará condicionada por las ambiguas y estimulantes leyes que se marcará de aquí en adelante la propia serie. De esta manera deja al espectador en un estado fascinante de confuso aturdimiento, del cual deberá salir por si mismo, ya que la serie nunca nos ofrecerá unas respuestas claras y simplificadas (o al menos eso se desprende de este primer encuentro).

También tengo que decir que la sensación final que me ha quedado tras este Piloto quizá no ha sido tan fascinante y arrebatadora como me imaginaba. Algunas partes del episodio las he visto demasiado ansiosas y precipitadas en una búsqueda constante y desesperada por impactar lo más rápidamente posible. Aunque igualmente puede que solo sea una primera percepción distorsionada por mis altas expectativas que el tiempo y la distancia sabrá poner en su sitio. Lo que si os puedo asegurar es que este primer disparo de The Shield deja las suficientes muestras de talento y complejidad como para emocionarme con un futuro lleno de grandes momentos. Su personaje protagonista ya resulta deslumbrante y cautivador. Sus desasosegante historias ya dejan ese dulce y amargo poso de buen hacer televisivo. Y su despiadado y revelador final ya promete ser el primero de muchos otros que harán sin duda las delicias a un experimentado y bien curtido seriéfilo como yo.

Debido a la gran cantidad de series que tengo acumuladas y al poco tiempo que dispongo para verlas todas, empezar con su primer episodio ha sido lo más complicado. Ahora solo toca ponerse cómodo, relajarse, y disfrutar de lo que viene a continuación. Señoras y señores, ¡The Shield ya está aquí!