domingo, 17 de enero de 2010

Sensaciones de esta cuarta entrega de Cómo ¡NO! conocí a vuestra madre.

Sé que muchos de vosotros estáis viendo actualmente la quinta temporada de Cómo conocí a vuestra madre, y también sé, o mejor dicho advierto, por muchos de los comentarios que he leído a lo largo y ancho de la blogosfera, que no está gustando demasiado. Si con la primera temporada la serie entró en nuestros televisores (y de paso también en nuestros corazones) como un verdadero y genuino soplo de aire fresco, con la segunda se convirtió definitivamente en todo un huracán de genialidad que dejó a su paso millones de risas para la eternidad. Sin embargo la extrema irregularidad de la tercera lanzó un buen jarro de agua fría sobre nuestras ilusiones. De esa manera acabó por llenar de desconfianza un futuro, del cual esta cuarta temporada (de la que me dispongo a hablar a continuación), no ha podido, o no ha sabido deshacerse del todo. Aun así, Ted Mosby y sus cuatro inseparables amigos siguen reinando en la parrilla americana como una de las comedias más estimulantes del panorama actual. Solo el tiempo y la perspectiva la acabarán situando finalmente en ese inequívoco lugar de la historia que le corresponda.....

Los primeros capítulos de esta cuarta temporada sacan a relucir las mejores virtudes de la serie. Especialmente esa exquisita capacidad que siempre ha tenido para convertir los pequeños detalles de la existencia humana más cotidiana, en un montón de excitantes y magistrales episodios de pura comedia cercana y entrañable. “Te conozco”, y sobretodo “La mejor hamburguesa de Nueva York” pertenecen a ese selecto club de los capítulos más divertidos y originales de Cómo conocí a vuestra madre. La trama ,que más o menos viene serializada desde los inicios de esta temporada hasta la inevitable cancelación de la boda de Ted, es el recipiente perfecto para albergar parte de los mejores chistes y situaciones hilarantes de esta cuarta entrega. Ted brilla por su amable y algo inocente sentido del compromiso amoroso, Lily y especialmente Marshall se hacen imprescindibles como complementos perfectos a la historia romántica que se nos está contando, Robin pone ese punto de ruptura y ambigüedad argumental al conjunto, y Barney se convierte, como siempre y una vez más en el centro del universo de la serie. Todo hasta ese momento hacía presagiar un estupendo resurgir de Como conocí a vuestra madre que parecía iba a traernos un sin fin de nuevos y estimulantes momentos televisivos.

Sin embargo a partir del 4x06, el show vuelve a mostrarnos su peor cara con capítulos tan prescindibles y anodinos como, “Felices para siempre”, “No es el día del padre” o “Wooo”. Estos parecen escritos sin ningún tipo de tensión narrativa, y carecen por completo de esa chispa de inteligencia que siempre había caracterizado al show ya desde sus primeras temporadas. Aunque después de estos lamentables episodios la serie no vuelva a caer demasiado en tales despropósitos, es obvio que a partir de ese momento Como conocí a vuestra madre se convierte en una serie menor. El repentino enamoramiento de Barney por Robin merma al personaje despojándolo parcialmente de su despiadado y divertidísimo sentido del cinismo, dotándolo esta vez de una forzada vulnerabilidad que por exceso de azúcar no resulta nada estimulante. Marshall es mucho más gracioso cuando se siente perdido o desencantado y no ahora que parece haber encontrado un lugar donde acomodarse. Ted termina siendo más Ted que nunca (en el peor sentido de la frase), y el humor de Robin y Lily solo aparece en algunas ocasiones y a pequeños fogonazos, desaparecidas (especialmente la última) en un argumento que cae monopolizado por un protagonista sin demasiado carisma. Solo episodios como “El hombre desnudo”, “Tres días de nieve” o “Los Stinson” nos devuelven algo de la gloria perdida de antaño. Una grandeza que los últimos capítulos de la temporada se encargan de aniquilar por completo arrojándonos a un futuro tan oscuro e incierto, como desasosegadamente aburrido.

8 comentarios:

  1. Desde la pasada temporada hay una bajada de calidad, y muy acusada en esta temporada, le tengo mucho cariño pero esta serie necesita revitalizarse ya.

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  2. Satrian: Personalmente la tercera me pareció peor que la cuarta, es evidente que estamos destinados a ver tan solo cuatro o cinco capítulos geniales por temporada.

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  3. La cuarta temporada alterna capítulos infames con otros que son de lo mejor de la serie.
    A mí personalmente me flipa el capítulo "The Front Porch". Disfruto sobremanera ver a Lili homenajeando a Angela Channing y Marshall y Barney volando a lo Gran Lebowsky.

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  4. Alfon Swearengen: Recuerdo ese capítulo. Fue bastante gracioso todo el tema del camisón, y que nadie viera las locuras que estaban pasando en el nuevo programa de Robin. ¿La quinta peor o mejor?

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  5. Pues peor peor. La pobre está herida de muerte. En honor a la verdad he de decir que, a pesar de que el capitulo cien no fue todo lo boyante que se esperaba, retomó el sentido común, de manera que el rumbo que toma la serie a partir del capítulo 101, puede ser interesante.

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  6. Me importa un c... quién es la futura mujer de Ted, sólo quiero que sigan currándose los guiones como antes, y dejen de marear la perdiz. Los personajes tienen mucho que contar todavía...

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  7. Alfon Swearengen: La verdad es que ya lo unico que podemos esperar es que sus capítulos no nos aburran demasiado. Si encima mejora a partir del Nº 100 mejor que mejor.

    Bell: Yo tampoco tengo mucho interés en saber quien es la mujer de Ted. Y menos después de varios episodios de esta cuarta temporada bastante tramposos al respecto.

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