Bienvenidos a los ocho primeros e impactantes mundos de OZ

Para quienes no la conozcan, Oz es una serie carcelaria emitida por la cadena HBO, cuyas seis temporadas trascurrieron entre 1997 y 2003. Hasta aquí una escueta descripción de la serie. Ahora toca animarles a que se vean en la obligación de por lo menos informarse mejor de la que es uno de los mejores shows que ha emitido esa excelente cadena. Para quienes la conocen pero aun no se han decidido a verla, debo insistir fervientemente en que deberían replantearse sus prioridades seriéfilas de este año y recolocarla inmediatamente (como mínimo) en el TOP cinco de sus extensas listas negras, (“series pendientes”, para no iniciados). Y para los que la han visto entera, o estamos visionándola en estos momentos (yo acabo de terminar su primera fantástica temporada), solo decirles que comparto por completo todo su genuino y sincero entusiasmo......

Como sus ocho episodios que conforman su primera temporada, intentaré utilizar ocho adjetivos para describir la intensa experiencia que supone el visionado de esta impactante obra televisiva. Solo espero que sean lo suficientemente elocuentes como para no perderle la cara a una de las series más abrumadoras y revolucionarias de la televisión americana de los últimos tiempos.

Brutal

Tanto en su concepto artístico como en sus entrañas narrativas, OZ es una serie brutal. Esa brutalidad nace de la necesidad de contar una historia extremadamente dura de la manera más sincera y honesta posible. Todos sus personajes son bombas de relojería dispuestas a detonarse en cualquier momento, y ese hecho irremediablemente la convierte en un feroz y violento relato que estalla una y otra vez de la manera más cruel y salvaje posible. Por nuestra parte solo es necesario decidir si estamos lo suficientemente preparados como para recibir semejante impacto.

Desgarradora

Como cualquier historia que duele y es contada a corazón abierto, inevitablemente resultará desgarradora. Lo consigue porque sus protagonistas nos importan a pesar de sus violentos y terribles errores, y sobretodo porque sufrimos con ellos todo ese peso de la injusticia de una sociedad desigual y resquebrajada. En Oz la pena y la culpabilidad no tienen cabida, solo algunos de sus presos conseguirán redimirse a través de la muerte.

Transparente

Es trasparente porque podemos ver a través de ella de manera clara y lúcida todos y cada uno de los defectos del ser humano. También lo es porque su propuesta no tiene ningún artificio ni maquillaje narrativo con que distraernos ni apaciguarnos. Oz requiere un compromiso por nuestra parte en el cual estemos dispuestos a escuchar y sentir toda su rabia. A cambio nos regalará toda esa limpia y cristalina sabiduría que es descubrir un poquito más de la condición humana.

Compleja.

Compleja como la verdad que tiene infinidad de caminos abiertos. A través de unos espectaculares diálogos que son como peligrosas e improvisadas navajas, Oz disecciona su pequeño universo carcelario con la habilidad y la astucia de un experto cirujano, demostrando una vez más que las personas tenemos más de una cara donde reflejar nuestras diferentes almas.

Intensa

Con un ritmo trepidante donde constantemente los presos salen y entran de nuestra mirada, la serie avanza a toda maquina reforzada por una banda sonara poderosa y dinámica. Los estallidos de violencia se alternan con unas conversaciones y reflexiones explosivas dotando al conjunto de una intensidad tan profunda y penetrante que muchas veces deja sin aliento al espectador.

Reflexiva

Cada capítulo se suele abrir y cerrar con las poderosas y acertadas reflexiones de un preso en silla de ruedas llamado Augustus Hill( el Michael de Perdidos). Sus introspectivos diálogos nos hacen meditar sobre infinidad de cuestiones existenciales, disparando a nuestra conciencia dormida con cada frase como si fuera un arma cargada de razón. En realidad este personaje no es más que la voz alta y clara del resto de pensamientos que se extienden sutilmente a lo largo de todo el extenso relato.

Realista

OZ describe de manera detallada y colectiva el transcurrir en una cárcel de máxima seguridad. Tanto los diferentes grupos sociales de presos, como los empleados, agentes y directivos que los custodian están perfectamente situados y definidos, y sus vidas y motivaciones se esparcen por la serie con un realismo asombroso. Solo en algunas ocasiones Oz se abstrae de esa veracidad con alguna que otra imagen onírica que potencia toda su crudeza emocional.

Sensacional

Muchos de los mejores actores de la televisión se reúnen en esta primera temporada para interpretar sus mejores papeles. Tenemos a : Edie Falco ( Los Soprano), Lauren Vélez (Dexter), Eamonn Walker (Kings), Kirk Acevedo (Fringe), Ryan O'Reily (Sarah Connor), Adewale Akinnuoye-Agbaje (Lost), o Željko Ivanek (Damages) entre muchos otros. Aparte tenemos historias adictivas que se entrecruzan desesperadamente por los pasillos de la prisión en un crescendo que te deja clavado en la butaca y sin respiración. También poderosos diálogos cargados con un abrumador sentido del ritmo, muchos de ellos de esos que sientan cátedra y otros tantos que incitan a la reflexión. Y podemos sumarle además una deslumbrante y cautivadora banda sonora que lo impregna todo con una sólida armonía.


Sin duda todos estos adjetivos y muchos más la convierten en una serie imprescindible, y lo mejor de todo es que solo acabo de empezar este viaje que promete ser descomunalmente prometedor. Si duda animo a todo el que no lo haya recorrido ya, a subirse a este tren con destino a Oz. También les advierto que podrá ser algo incomodo y delirante pero a cambio nos ofrecerá una experiencia única e irrepetible. Por el contrario si no les gusta siempre tendrán la posibilidad de chocar tres veces los tacones de sus botas, o simplemente darle al Stop de su reproductor.