Hay series que nacen con vocación de clásico. Boardwalk Empire es una de ellas.
Ubicada en la cadena de cable más prestigiosa de la televisión actual (HBO). Apadrinada y producida por Martin Scorsese, cuyo piloto acabó dirigiendo (palabras mayores). Y teniendo como máximo responsable artístico a Terrence Winter, uno de los más importantes guionistas de Los Soprano (o lo que es lo mismo, un fuera de serie al volante), Boarwalk Empire estaba predestinada a ser la gran serie que finalmente ha acabado siendo. Fin.
Pero no, esperen, que aún hay más.
Protagonizada por nombres de peso como el de Steve Buscemi, Michael Pitt, Michael Shannon, o Kelly McDonald (cada vez más grandes actores de cine que se pasan a la tele). Ubicada en los años salvajes de la ley seca (estupendo material argumental donde picar). Y teniendo como personajes secundarios a nombres tan glamurosos del mundo del hampa como Lucky Luciano, Meyer Lansky, o el del mismísimo Capone, ya nada podría evitar que Boardwalk Empire se convirtiera rápidamente en una de las mejores series de la televisión actual. Sólo faltaba hacer buenas las expectativas, ¡Y ahí lo han clavado!...
La primera temporada tardó en arrancar lo justo (hasta ese maravilloso quinto episodio), pero cuando lo hizo ya no hubo vuelta atrás. Casi sin hacer ruido, entre balas, alcohol, y ambiciones ocultas y desmedidas, se fue haciendo grande ante nuestros ojos. Cuando nos quisimos dar cuenta ya era una obra maestra en ciernes. Menudo personaje el de Margaret Schroeder, y menuda despedida de temporada, ¿Y después qué?
Pues después tocó subir el envite.
No me gusta meter Spoilers en los post, pero creo que si tengo que hablar de esta segunda temporada en condiciones no me va a quedar más remedio que hacerlo. Anden con cuidado que habrá balas a diestro y siniestro.
Colocar desde el principio a Nucky Thomson acorralado ha sido todo un acierto argumental, y un buen punto de partida desde donde empezar a sacar conejos de la chistera. En esta temporada kamikaze (porque no se la puede describir de otra manera), las traiciones, los engaños, las extrañas alianzas, y las compañías inesperadas (¿Nelson Van Alde con Lucy Danzige? ¡WTF!), han estado a la orden del día, y nos han demostrado una vez más que cualquier disparatado giro en la trama principal puede funcionar, si está bien escrito y encaja como un guante en su todo. ¡Hay que ver, que gusto da estar frente a un texto tan exquisito y bien rematado como éste!
Lo cierto es también, que una producción tan impecable como esta lo pone todo mucho más fácil, y te hace meterte hasta las entrañas en la historia (¡Joder!, si hasta tenía miedo de pillar yo también la polio), y si además los actores se salen, los detalles están por doquier, y los personajes hacen todo lo que la trama les exige sin ningún tipo de freno ni excusa barata, la diversión y la calidad siempre estará asegurada. Así sólo puede salir una obra maestra, ¡Y vaya si lo ha sido! De cabo a rabo.
Y lo mejor para el final.
Hablando claro: Hay que tener unos huevos bien grandes para deshacerte de uno de tus protagonistas principales en la segunda temporada, apenas has empezado la serie (Lo de Ned Stark en Juego de Tronos se queda en un juego de niños comparado con esto). Hay que ser condenadamente coherente para llevar a cabo tal osadía seriéfila. Y lo que es más, hay que ser brutal y dolorosamente sincero contigo mismo y con la historia que estás contando para tan siquiera pensar en cargarte a una de las dos columnas en la que has depositado todo el peso de tu serie.
Un aplauso por la valentía. Otro aplauso por la maravillosa escena final en que ocurre todo. Y un tercer aplauso (y más fuerte) por sorprendernos con tal crudeza, en una hazaña televisiva que será recordada por mucho tiempo.
Terrence, puede que hayas hipotecado el futuro de media serie con ello, pero de momento… ¡Que nos quiten “lo bailao”!
Boardwalk Empire es una serie estupenda, para paladear detenidamente. Lo que más me gusta es el magnífico papel de Michael Shannon. Está fantástico como Nelson Van Alden, el agente fanático-religioso. Un pequeño añadido: el piloto costó la friolera de 18 millones de dólares, y la serie es una de las más caras de la HBO, aunque esto no sea garantía de calidad. Buen post! ;)
ResponderEliminarLo único que me preocupa un poco de cara al futuro es la falta de un personaje tan importante como el de Michael Pitt.
EliminarSimplemente enorme.
ResponderEliminar¡Saludos!
Yo creo que hay que tener fe en una serie como Boardwalk Empire, por una razón muy simple como tu bien has dicho Boardwalk Empire nace desde su piloto con la condición de serie grande, aquí no valen remiendos, es una serie pensada a largo plazo y por lo tanto, hay que confiar que ese "vacío" va dentro de una planificación a largo plazo.
ResponderEliminarPara mi el personaje interpretado por Michael Pitt, era el mas interesante de la serie, aun así la serie es tan solida que se lo puede permitir.
Ojito a Van Alden y a su nuevo destino como policia la ciudad de Cicero juega un papel fundamental en la vida de Al Capone... y hasta ahí puedo leer. Nos espera una 3ª temporada trepidante.
Estoy de acuerdo contigo, creo que una de las muchas cosas que tiene genial esta serie es la producción, está tan bonita que lo del comercio y venta ilegal de alcohol, si es un tema que no te interesa (que a mí sí) aún la podrías ver simplemente por lo bonita que es la fotografía y los vestuarios, las escenas de acción.
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