Hablemos en serie cumple un añito.

Sinceramente, me ha pillado por sorpresa. La fecha rondaba mi cabeza desde hace unos días, pero no ha sido hasta hace un rato, que me he puesto a mirar qué día publiqué la primera entrada, y fíjate tu que coincide con el día de hoy pero exactamente un año atrás. Ni en mis mejores sueños pensé que iba a durar tanto este pequeño hobbie mío, que ya se ha convertido en toda una pasión incontrolable e incontestable, haciendo que mis días sean un poquito más cortos, pero indudablemente mucho más divertidos e interesantes. Como siempre en estos casos, toca dar las gracias a todos y cada uno de los visitantes de este Blog, que han sido los verdaderos impulsores de mi motivación a la hora de ponerme las pilas, especialmente en esos días que uno se levanta con alma de perro y ganas de “ná”. Es a ellos, y a vosotros los más fieles, a quienes agradezco vuestra dedicación y vuestro tiempo, sin olvidarme de la persona que en la sombra repasa mis entradas en busca de errores y/o deslices propios de alguien que escribe por puro placer, y sin ningún tipo de acreditación oficial que le avale como profesional del medio. No me gusta dar nombres propios en este tipo de dedicatorias, pero sería injusto si no me acordara en un día como este, de uno de los mejores blogueros, muy conocido por vosotros, llamado Moltisanti, de Carrusel de series. A día de hoy, y echando la vista atrás, puedo considerarlo como mi “padrino blogueril”, al ser la persona que más ánimos me dio en mis primeros pasos, e impulsor directo de este blog, con sus links y sus comentarios de entusiasmo, que hicieron de este rincón de la blogosfera un lugar algo más conocido y cercano para todos vosotros.

De nuevo gracias a todos los que os pasáis por aquí, y especialmente a los que os animáis a comentar mis entradas. Os lo digo de todo corazón, y sobre todo muy, pero que muy en serie.