Chuck es esa serie ligera y divertida que todo seriéfilo debería tener en su parrilla. Está perfectamente diseñada para disfrutar de todos esos momentos en los que uno solo quiere relajar un poco la mente, y dejarse llevar por unas tramas que en ningún caso pretenden tomarse demasiado en serio a sí mismas. Sus personajes resultan lo suficientemente simpáticos como para cogerles cariño enseguida, y sus historias lo suficientemente complejas como para no caer en lo repetitivo sin más expectativas que las de pasar un buen rato con una constante sonrisa en la cara. Sus efectistas pero siempre efectivas descargas de humor pocas veces arrastran a la carcajada pero funcionan porque te hacen sentir bien y en paz contigo mismo. Sus escenas de acción sin ser nada del otro mundo en cuanto a composición visual y coreografía se refiere, resultan lo suficientemente intensas gracias a la conexión emocional que uno ya ha establecido con los personajes desde un principio, y sobre todo a la excelente banda sonora que las acompaña en todo momento, digna de cualquier gran producción de Hollywood. Esta es la parte buena. Por contra podemos decir que algunos personajes secundarios son meros estereotipos que interrumpen constantemente el argumento, que los clichés campan a sus anchas restándole fuerza a las partes más interesantes de la trama, o que la química sexual entre sus protagonistas chirría un poco en algunos momentos de la historia, excesivamente forzada por una falta de sutileza aplastante. Hasta aquí digamos que ha podido llegar mi percepción de esa primera temporada ya lejana en el tiempo y la memoria. Veamos si el bueno de Chuck ha sido capaz de ganarle la batalla a este su segundo enfrentamiento……
Desde un principio ya vemos que la estructura de los episodios está perfectamente esquematizada, claramente diferenciada en dos partes bien distintas. Por un lado está el pertinente caso de espionaje al que se tendrán que enfrentar Chuck y sus compañeros de fatigas, y por el otro el puramente humorístico, en el que veremos las divertidas peripecias de los trabajadores del “Compra más”. En esta temporada esta dicotomía está mucho más separada, y además funciona perfectamente porque se compensan mutuamente, en una perfecta y equilibrada balanza de géneros, que en ninguna ocasión acaban por interrumpirse o entorpecerse la una a la otra. Es más, incluso en los casos en que ambas tramas confluyen en una sola la serie sale ganando, pues cada una de sus partes actúan como perfecto apoyo de la otra dejando un sabor de conjunto mucho más sabroso y divertido. Chuck ha aprendido a gestionar y conjugar sus diferentes historias a la perfección y su resultado final resulta bastante más absorbente e interesante de lo que venía siendo habitual en su anterior entrega.
En cuanto a lo puramente argumental habría que destacar el evidente salto de calidad y sobre todo de intensidad de sus capítulos finales. A partir de más o menos el episodio dieciocho (impagable el momento stripper de Tricia Helfer) la trama se vuelve prácticamente serializada y con ello su historia se hace más adictiva. La aparición de un personaje fundamental en la vida de Chuck, y las consecuencias de dicha aparición en el tramo final de la serie, catapultan el interés de su argumento y sobre todo la lucidez de sus guiones, hasta llevarnos a un clímax final de temporada de lo más excitante y satisfactorio donde parece que ya nada volverá a ser igual para nuestro protagonista. Este salto argumental sin red afectará sin duda al devenir de nuestro personaje favorito y a la manera de afrontar las tramas venideras, dejándonos con la divertida sensación de un futuro tan estimulante como inquietantemente incierto.
En resumen, esta segunda temporada ha sabido sacarle más partido a la mezcla entre acción, humor y comedia romántica, gracias a unos guiones algo más elaborados y afilados, y sobre todo a una recientemente encontrada estructura narrativa que funciona y especialmente divierte porque por encima de todo su composición final resulta condenadamente entrañable y cercana.
Yo me divierto mucho con ella, y la pareja protagonista me encanta, ojalá siga muchos años.
ResponderEliminarSatrian: parece que no está clara su continuidad. Los pintorescos trabajadores (por decir algo) del Compra más no me convencían demasiado en la primera temporada. En está ya me resultan imprescindibles. Por otro lado la tensión sexual no resuelta de sus protagonistas tampoco se puede alargar demasiado.
ResponderEliminarYo me lo paso en grande con el agente Carmichael, y Yvonne Strahovski me tiene enamorao desde el primer episodio. Espero que siga más años como ha dicho satrian, porque vamos, como renueven Heroes y no renueven Chuck, tela con la NBC...
ResponderEliminarEl final de la segunda temporada es que es muy bueno ^^.
ResponderEliminarDe todos modos, es eso, una serie ligerita pero que sabe muy bien lo que es y lo que no, y lo usa estupendamente. Y salvo momentos concretos, se ciñe a eso y no se complica más (y cuando se complica algo más es simplemente para desarrollar un poco el universo de la serie).
A mí me encanta la fauna del Buy More... Por mí, como si les dedican capítulos completos. Oh, y Casey. Casey también es grande.
De todos modos, de la pareja protagonista no sé muy bien qué decir. Me da la sensación de que han querido mantener tanto tiempo lo de la tensión sexual no resuelta que al final han conseguido que le coja manía a Sarah por petarda (y en la tercera temporada va a más).
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ResponderEliminarDaniel-San: El año pasado la renovaron los fans con lo de Subway. Se pusieron a comer bocadillos como locos. Yo apuesto a que hay renovación, tampoco es que NBC tenga demasiados éxitos como para permitirse el lujo de cancelar Chuck. Y yo me pregunto ¿todavía alguien ve Héroes?
ResponderEliminarMina Harker: Con el final me quedé un poco sorprendido. Más que nada me preguntaba cómo iba a afectar ese hecho al personaje sin estropear su esencia, aunque por otro lado fue una sorpresa muy divertida. En cuanto a Chuck y Sarah, me gusta cuando juegan a los tríos con los celos de uno y de otro pero tampoco pueden abusar demasiado de ello sin que canse.
A mi Chuck me gusta mucho y alguna que otra carcajada. Hay veces pero, que si se me ha hecho un poco pesada puesto que no hay manera de avanzar en la trama, pero como bien dices, en seguida se le coje cariño a los personajes.
ResponderEliminarChuck es un chico muy simpático al que enseguida logras comprender y ponerte en su lugar.