Hoy voy a cometer la desfachatez de enfrentar (en realidad una mera escusa para hablar de ellas) a dos series totalmente contrapuestas pero con los suficientes puntos en común como para que mi osadía no haya ido demasiado lejos. A demás con esta paranoia consigo matar tres pájaros de un solo post, (mejor dicho de dos) ya que me da la posibilidad de continuar con mi mini sección de producciones imposibles de HBO, terminar con el homenaje a Bryan Fuller, y ofrecer una nueva batalla con un Cara a Cara de lo más arriesgado. Las dos series que me van a permitir semejante locura son la comedia colorista de Pushing Daisies y el misterioso drama de Carnivale. O lo que es lo mismo la luz y la oscuridad con dos premisas muy similares pero afrontadas desde una perspectiva radicalmente opuesta: sus protagonistas pueden revivir a los muertos a costa de la vida de otros seres vivos, y las dos series fueron despiadadamente canceladas en su segunda temporada. ¡Ah, y se me olvidaba lo mejor! Las dos se han convertido en maravillosas obras de culto. Dicho esto comenzamos pues el enfrentamiento con el primero de los contrincantes……
Bienvenidos todos al misterioso carrusel del desconsuelo
Nuestra segunda visita a las producciones imposibles de la cadena HBO, (la primera nos llevó a las lejanas tierras de Deadwood) nos traslada a un Estados Unidos arrasado por la Depresión de 1929. En una época enferma, llena desesperanza y podredumbre, dos seres excepcionales y antagónicos se enfrentan en una guerra que va más allá de la propia realidad. El premio final será la esperanza perdida del ser humano. De manera realista y minuciosa, Carnivale (2004-05) describe la vida diaria de los integrantes de un Carnaval ambulante, utilizando también elementos oníricos para integrar en su conjunto la eterna batalla del bien contra el mal. La historia es capaz de unir de manera sutil y precisa varios géneros como pueden ser el dramático, el fantástico, el de terror o el retrato social, haciendo de esta arriesgada mezcla un perturbador conjunto de sensaciones cuyo inclasificable resultado desconcierta y fascina por partes iguales.
Bienvenidos todos al misterioso carrusel del desconsuelo
Nuestra segunda visita a las producciones imposibles de la cadena HBO, (la primera nos llevó a las lejanas tierras de Deadwood) nos traslada a un Estados Unidos arrasado por la Depresión de 1929. En una época enferma, llena desesperanza y podredumbre, dos seres excepcionales y antagónicos se enfrentan en una guerra que va más allá de la propia realidad. El premio final será la esperanza perdida del ser humano. De manera realista y minuciosa, Carnivale (2004-05) describe la vida diaria de los integrantes de un Carnaval ambulante, utilizando también elementos oníricos para integrar en su conjunto la eterna batalla del bien contra el mal. La historia es capaz de unir de manera sutil y precisa varios géneros como pueden ser el dramático, el fantástico, el de terror o el retrato social, haciendo de esta arriesgada mezcla un perturbador conjunto de sensaciones cuyo inclasificable resultado desconcierta y fascina por partes iguales.
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La idea original nació de Daniel Knauf, un guionista de cine con poca experiencia en televisión, pero con muchas ganas de triunfar en el medio, que llevó su ambiciosa idea a la única cadena capaz de llevarla acabo. Sin embargo la HBO decidió contratar como showrunner a alguien con más tablas en el medio. De esta manera el proyecto comenzaría en las manos de Ronald D. Moore, que ya tenía experiencia al haber sido uno de los responsables de la franquicia Star Trek. Tras una primera temporada bastante desconcertante y poco exitosa en cuanto a audiencia se refiere, Moore dejó Carnivale para ocuparse de otro proyecto más personal, Galáctica: Estrella de combate. Con lo que la serie recaía de nuevo en las manos de Knauf. Su primera decisión fue retomar su idea inicial de estructurar el relato en tres partes de dos temporadas cada una. Por desgracia solo llegaron a rodarse las dos primeras dejando al conjunto con una evidente cojera argumental que por otro lado nunca fue ningún impedimento para poder ser disfrutada con las máximas garantías de éxito
Lo primero que destaca en la serie es su impresionante y realista puesta en escena. Esta nos introduce de lleno en una época sucia y malograda donde los personajes se buscan la vida en un entorno tan hostil como plagado de ambiguos e inquietantes enigmas. La primera temporada es una cautivadora introducción a una historia llena de misterios ocultos cuyas dos tramas principales se entremezclan a la perfección en un claroscuro algo desdibujado en ocasiones pero siempre con gran poder de magnetismo. Los dos personajes principales, un joven atrapado en sí mismo por culpa de un poder que no logra entender, y un cura con poderes divinos malignos escondidos tras una carismática presencia de bondad, muestran una insólita complejidad llena de recovecos y contradicciones, que hacen de sus diferentes roles dos insólitas caras de una misma moneda cuyos azares parecen destinados a enfrentarse. La segunda temporada, mucho más solida y épica, nos traslada directamente al origen de su propia mitología alcanzando así los mejores momentos del relato en una aventura que tendrá un final tan espectacular como insatisfactoriamente inquietante. Y es que ser víctima de una despiadada cancelación prematura deja al espectador con una perturbadora sensación de intranquilidad y cabreo que solo se supera una vez asimilada y recordada en la lejanía. Lástima que el desorbitado presupuesto y la falta de paciencia de la cadena acabaran con un proyecto que apuntaba tan alto. Aún así su legado seguirá estando vigente por mucho tiempo que pase situando este fantástico show como una de las mejores series caídas que haya dado la televisión en mucho tiempo.
En el próximo capítulo Phusing Daisies y el veredicto final…….
Lo primero que destaca en la serie es su impresionante y realista puesta en escena. Esta nos introduce de lleno en una época sucia y malograda donde los personajes se buscan la vida en un entorno tan hostil como plagado de ambiguos e inquietantes enigmas. La primera temporada es una cautivadora introducción a una historia llena de misterios ocultos cuyas dos tramas principales se entremezclan a la perfección en un claroscuro algo desdibujado en ocasiones pero siempre con gran poder de magnetismo. Los dos personajes principales, un joven atrapado en sí mismo por culpa de un poder que no logra entender, y un cura con poderes divinos malignos escondidos tras una carismática presencia de bondad, muestran una insólita complejidad llena de recovecos y contradicciones, que hacen de sus diferentes roles dos insólitas caras de una misma moneda cuyos azares parecen destinados a enfrentarse. La segunda temporada, mucho más solida y épica, nos traslada directamente al origen de su propia mitología alcanzando así los mejores momentos del relato en una aventura que tendrá un final tan espectacular como insatisfactoriamente inquietante. Y es que ser víctima de una despiadada cancelación prematura deja al espectador con una perturbadora sensación de intranquilidad y cabreo que solo se supera una vez asimilada y recordada en la lejanía. Lástima que el desorbitado presupuesto y la falta de paciencia de la cadena acabaran con un proyecto que apuntaba tan alto. Aún así su legado seguirá estando vigente por mucho tiempo que pase situando este fantástico show como una de las mejores series caídas que haya dado la televisión en mucho tiempo.
En el próximo capítulo Phusing Daisies y el veredicto final…….
Esta es una de mis series favoritas. A pesar de que el final no se cierre merece la pena verla. La primera temporada es buena, pero la segunda es increible.
ResponderEliminarTengo a las dos en pendientes, aunque no sé cual empezaría antes. A ver si me despejas la duda jeje!
ResponderEliminarUna serie extraña y fascinante ambientada en un momento histórico muy parecido al que vivimos. No puedo evitar hacer paralelismos. El problema es que te quedas con ganas de más aunque no importa que queden cosas pendientes.
ResponderEliminarLo que no entiendo es el cara a cara con Pushing Daisies. Es como comparar a Sara Montiel con David Bowie. Leeré tu próximo post para darme el gustazo de no estar de acuerdo contigo.
Anónimo: El final aunque no se cierre y quede bastante abierto me parece una preciosa incógnita para debatir. Muy Lost. Para los que les tire para atrás esto del final incompleto decirles que la trama central queda bastante resuelta y de una manera muy satisfactoria.
ResponderEliminarJaina: Depende del cuerpo que tengas. Una es una maravillosa comedia negra muy ligera y colorista, y la otra un poderoso y fascinante relato lleno de misterio. Si estas un poco de bajón te recomiendo la primera, te levantará el ánimo. Eso si hay gente a la que no le ha gustado por su exceso de azúcar (desde luego no es mi caso). De todos modos en el próximo post te despejaré las dudas con el final de este enfrentamiento mío tan particular.
Saludos.
Este comentario ha sido eliminado por el autor.
ResponderEliminarEstar en las nubes: Este cara a cara es solo una excusa para recomendar dos estupendas series que comparten una premisa similar, y dos universos propios muy particulares. Desde luego es cuestión de feeling entrar en ellos y no todo el mundo lo hace. Por otra parte comparar a Carnivale con mi adorado Bowie puede llegar a ser un poco aventurado, pero Phusing Daisies con Sara Montiel, eso sí que ha dolido...jajá.
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