jueves, 4 de febrero de 2010

Las mil y unas piruetas arguméntales de Damages.

Si, lo sé, desde ayer por la noche el espacio-tiempo se ha detenido. Sé que cualquier post que publique hoy parecerá intrascendental comparado con el hecho de que el primer episodio de Lost ya está en la red y todo el mundo estará deseoso de comentar hasta el más mínimo de sus detalles. Yo por mi parte cuento las horas (y también los bytes) que me faltan para poder disfrutar de ese primer doble episodio llamado LAX, que espero sea el principio del mejor final de serie que haya dado la televisión en toda su historia. Elucubraciones aparte, y palpitaciones y ansiedades al otro, entre medias me he dedicado a revisar los últimos finales de temporada que he visto, y me he encontrado casi por casualidad con una fantástica serie a la que todavía no había hincado el diente. Una serie de juegos, mentiras y cintas de video, con una estupenda e inquietante primera temporada, y con una segunda algo más resbaladiza y engañosa, pero no por ello menos cautivadora y fascinante que su predecesora. Ya que la tercera acaba de empezar a emitirse aprovecho para invitaros a todos al juego de las mil y una piruetas arguméntales. O lo que es lo mismo, sean todos bienvenidos de nuevo a la segunda y maquiavélica temporada de Damages........

Hablar de Daños y perjuicios (título con que se ha estrenado en España) es sin duda hablar de Patty Hewes. Glen Close , la actriz que la interpreta magistralmente, es la reina, dueña, (p**a ama) y señora de la serie del canal FX. Si en su primera temporada creíamos que la deslumbrante y mordaz abogada podía manipular con la soltura con que lo haría una Ángela Channing cualquiera, en su segundo asalto nos ha demostrado que su despiadada inteligencia no sabe de límites ni de culpabilidades, sin duda mucho más oscura, desconcertante, y hasta me atrevería a decir deliciosamente tenebrosa. Esta segunda temporada de Damages comienza con una Ellen Parsons emocionalmente herida de muerte que busca venganza por pura necesidad biológica. Arrastrada por esta incontrolable ansia de justicia divina, Ellen se verá enseguida envuelta en una nueva trama de corrupciones y falsedades cuyo epicentro volverá a ser una vez más su carismática y hermética jefa Patty. Desde ahí hasta su último episodio, Parsons pasará por un camino lleno de incertidumbre y desasosiego donde sólo en su parte final tendrá la ocasión de elegir entre su redentora cordura o su arraigado instinto asesino.
ffff
De nuevo con una tramposa pero eficaz estructura de saltos temporales, este segundo relato se nos presenta como un endiablado juego de giros imposibles, cuyo laberíntico pero sólido guión esta lleno de resbaladizos pasillos que muchas veces parecen conducir a extraños callejones sin salida. Con esta desconcertante parrafada que me acabo de marcar lo único que quiero exponer es que la serie muchas veces parece estar tan empeñada en sorprendernos y desorientarnos que se olvida (a veces) de su genuino e imprescindible sello de identidad. Este no ha sido otro que unos personajes de una complejidad exquisita y estructura impecable, arraigados todos ellos a una genuina historia de suspense, cuya crítica corporativista siempre ha estado marcada con una fina línea discontinua que ha ido acompañada de un poder dramático de inigualable grandeza. Sin embargo en este caso los personajes han quedado algo desdibujados con tanto vaivén narrativo. La genuina historia de suspense se ve un poco reducida por una continua insistencia en rizar el rizo. La crítica corporativista pierde fuerza por un mensaje que esta vez resulta algo sobredimensionado o quizás extremadamente obvio. Tan solo su poder dramático ha continuado intacto en una temporada que ha estado marcada con más sombras que luces y también todo lo contrario.
fff
Para terminar, lo mejor de esta segunda sesión de Damages vuelven a ser todos y cada uno de sus excelentes actores. Todos ellos brillan con fuerza por encima de sus (muchas veces) dispersos y ambiguos personajes haciendo de cualquiera de sus escenas un verdadero placer añadido. Lo peor, un final extremadamente enrevesado que, aunque termina con cierta coherencia, pues cada pieza del puzzle encaja en el sitio esperado, no deja de ser algo insatisfactorio por su excesivo carácter de desconsiderada manipulación.

8 comentarios:

  1. El problema de la segunda historia es la narrativa, que queda confusa, algunos secundarios quedan infrautilizados y ese final tramposo es más tramposo de lo habitual, y que conste que yo no protesté mucho, pero respecto a la primera baja el nivel.

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  2. Satrian. Yo tampoco protesté mucho, porque te quedas con la sensación de calidad. Tampoco me importa que me engañen, pero con un poco más de delicadeza.

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  3. Se agardece un descanso de post de Lost,que si, que ha sido muy grande su regreso, pero ya apetece leer sobre otras cosas, y que mejor que sobre Damages.

    A mi la primera temporada me pareció maravillosa, redonda, pero la segunda un poco tomadura de pelo. Es cierto que ya estabamos de vuelta acerca de los giros de guión y que por tanto deberían de llevarlos al extremo si querian sorprendernos, pero es que el final me dejó un muy mal sabor de boca.
    Afortunadamente los dos capitulos que llevamos de la tercera están recuperando más la esencia de la primera temporada, entrandose en los personajes y con uan trama más sólida que la de la segunda.

    Saludos!

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  4. toda la razón hay gente que pone por los suelos la segunda temporada pero tampoco es un bajón tan terrible para que justifiquen todos esos palos que recibe la serie, quiero reconocer también el excelentísimo trabajo de Rose Byrne, siempre opacada por la enorme Glenn

    ya empezaste la tercera?, porque está increíble

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  5. Pues siento no estar de acuerdo contigo. A mí esta segunda temporada me decepcionó tanto que, como no lea buenos comentarios de la tercera, ni siquiera pienso empezar a descargarla. Me pareció una pérdida de tiempo, llegando momentos en los que no me importaba lo más mínimo lo que les ocurriera a los personajes. William Hurt estuvo desaprovechado casi desde el primer momento, parecía que pasaba por allí y se quedó un rato, Rose Byrne, como siempre, insoportable (no la aguanto, con esa cara de cordero degollado) y hasta Glenn Close parecía que hacía de Glenn Close.
    Creo que Damages, como estuvo planteada en la primera, es una serie de una sola temporada. Su gracia estaba en contarnos una historia que no era lo que parecía por el procedimiento puzzle. Es como si Tarantino aplicara a todas sus películas la estructura de Pulp Fiction. Pero claro, tuvieron tanto éxito de público y crítica que no pudieron resistirse a alargarla.

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  6. Alejandro A: Quizás el hecho de verla tiempo después de su estreno, ya con todas las cartas (criticas) sobre la mesa me diera más perspectiva. Creo que es obvio que no está a la altura de la primera, incluso pasa por varias fases muy flojas bordeando el precipicio, pero a partir de la mitad hacia el final engancha lo suficiente como para que se disfrute sin problemas.

    Todavía no he empezado la tercera, no tengo hueco. Pero estoy intrigado de como van a enfocar un argumento que quedó bastante cerrado.

    Estar en las nubes: Sin duda hay mucha razón en tus palabras, sobre todo en lo desaprovechados que están algunos personajes ( especialmente el que indicas) y también el abuso extremo de la estructura Puzzle. Ahora bien, tanto Rose Byrne como Glen Close me parece que siguen tan magnificas como siempre, y la trama tiene grandes momentos como todo lo relacionado con tío "Pite". Desde luego yo me divertí (pero no siempre) con sus múltiples y tramposas vuelcas de tuerca.

    Saludos.

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  7. yo te aplaudo, estoy muy deacuerdo contigo, la segunda temporada tuvo la pega de tener un final demasiado tramposo, pero de ahi a decir que es una mala temporada va un buen trecho de unos cuantos kilometros...

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  8. Seriéfilo: El final a pesar de todas sus trampas y giros forzados no me acabó de desagradar. La temporada podría haber dado un poco más de sí pero tampoco me pareció nefasta. Aun así entiendo la frustración de mucha gente, yo tampoco llevaba demasiadas expectativas por la caña que le dieron.

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