martes, 17 de noviembre de 2009

Conociendo a los Henrickson.

Una de las series menos conocidas de la cadena HBO es sin duda Big Love. Con tres temporadas a sus espaldas la serie nos cuenta la historia de Bill Henrickson y sus tres esposas. Este original planteamiento podía haberse abordado de muy diferentes maneras. Un posible ejemplo habría sido abordar su desconcertante trama desde una perspectiva puramente cómica, ofreciéndonos multitud de situaciones de comedia en las que podría encontrarse un marido que tiene tres esposas. Otra posibilidad podría haber sido recurrir a la siempre socorrida provocación sexual que supone ver a un hombre conviviendo con varias mujeres. Sin saber muy bien por cual de estas dos opciones se habrían decantado sus creadores, yo por mi parte, en un alarde total de inconsciencia opte por la segunda opción, y arrastrado por una morbosa curiosidad me acerqué a la serie con la lujuriosa intención de ver algo de carnaza, mezclado quizás con un lascivo humor surrealista. Pero al poco de comenzar con ella rápidamente advertí que la serie no tenia la más mínima intención de ser tan obvia. Su mirada era radicalmente opuesta a lo que yo pensaba. Es mucho más minuciosa y realista, destapa el desconocido mundo de la poligamia mormona a través de unos personajes de carne, hueso y corazón, y lo hace además sin el más mínimo sentido de la indecencia, regalándonos así una de las historias más interesantes que a creado la cadena en los últimos años. Por ello la gran pregunta que quiero plantearos hoy es la siguiente: ¿quién son los Henrickson?

Pues bien, los integrantes de la peculiar familia Henrickson son Bill, Barbara, Nicki, y Margene. Pero mejor dejemos que sean ellos mismos quien se den a conocer:

Hola me llamo Bill Henrickson, y si, es cierto, estoy casado con tres hermosas mujeres. Sé que para muchos de vosotros, especialmente los varones, puede parecer algo inconcebible y a la vez fascinante. Aunque tengáis algo de razón en lo inconcebible y mucha en lo de fascinante, también es cierto que la mayoría de las veces mi vida no es ese camino de rosas que cabría esperar. En realidad llevar esta clase de familia es una labor extremadamente estresante y definitivamente agotadora. Para empezar soy el jefe de unos grandes almacenes, y me paso el día gestionándolo y buscando nuevas vías de negocio. También tengo que lidiar con un suegro despreciable, Roman Grant, que es el líder y profeta de la comunidad mormona más importante de Utah, y el cual es prácticamente un capo mafioso que me la tiene jurada desde que abandoné su redil, y me casé con una de sus hijas. Pero sin duda lo más complicado es estar pendiente de las necesidades afectivas de mis tres esposas y de mis siete hijos. Resolver sus problemas diarios, y compatibilizar mi tiempo con sus muchas y variadas necesidades es un gran sacrificio que requiere las veinticuatro horas del día. Además tengo a una madre desquiciada, a un padre medio psicópata, a una cuñada trastornada, y a un hermano ex alcohólico que tiende a meterse en líos. ¿Todavía creéis que mi vida es maravillosa? Si, sé lo que estáis pensando ahora, ¿y mi vida sexual? Bueno, no se lo digáis a nadie pero para este tema siempre tengo una amiguita que me echa una mano, se llama viagra.

Bueno, yo soy Barbara Henrickson. Siendo la primera esposa, tengo una química especial con Bill, pero esto no se lo digáis a las demás que se podrían poner celosas. Por encima de todo amo a mi marido, a mis dos “hermanas esposas” y a mis tres hijos. Se puede decir que soy el timón de la familia, la más responsable y sensata, en la que todos confían y a la que todos piden consejo. También la que organiza las labores diarias, y la que siempre da la cara en las reuniones sociales. Estoy muy preocupada por mis hijos Ben y Sarah. Están en esa conflictiva edad en que comienzan a tomar sus propias decisiones, y me estoy dando cuenta de que cada vez están más distanciados de la familia. Temo que hallan caído en desgracia abandonando la castidad, y se hallan alejando así del precepto que nos guía. Pero lo que más me angustia ahora es que hace años con gran sacrificio logre superar un cáncer, pero ahora tengo miedo de que pueda estar apareciendo otra vez,. Rezo cada día para que no sea así.

Yo soy Nicolette Grant, la más neurótica y recelosa de las esposas de Bill. Dicen que soy algo compulsiva e inestable, pero eso solo lo piensan porque en el fondo de su corazón me tienen algo de envidia. También dicen que tiendo a la mentira y el engaño, pero es solo que oculto las verdades durante algún tiempo hasta que estén listas para salir a la luz. Lo que si es cierto es que siempre estoy en esa encrucijada que supone amar y respetar las decisiones de mi amado esposo, con la necesidad de buscar la constante aprobación de mi adorado padre celestial Roman Grant. Mi hermano Alvy es la mano derecha de mi padre guía espiritual de la comunidad. Se que siempre ha deseado su puesto más que cualquier otra cosa en el mundo, y creo que el no haber salido del armario es un demonio que lo consume y lo atormenta convirtiéndole en ese ser despiadado y horrible que es. Solo nuestro alabado Dios puede ayudarle a encontrarse a si mismo, espero con todo mi corazón que lo consiga algún día.

Yo soy Margene Helffman, tercera esposa de Bill. Soy la más dulce y comprensiva de sus esposas. Por ser la última en llegar y sobretodo por ser la más joven e ingenua, siempre tengo la sensación de que el resto de la familia me dejan un poco de lado cuando tienen que tomar decisiones importantes. Eso si, soy la más alegre y decidida de las tres, y aporto ese grado de espontaneidad y lucidez que tanto necesita la familia, sobretodo cuando se encuentra bloqueada en alguna situación desesperada. Os contaré un secreto, últimamente tengo la sensación de que el hijo mayor de Barbara esta empezando a sentir por mi algo mas que meros instintos fraternales.

Como podéis ver, los Henrickson son una familia muy unida que lucha constantemente contra si misma. Arraigados fuertemente a su religión, intentan convivir con una sociedad que los juzga constantemente y los rechaza por ser diferentes. Además se suma el hecho de tener que lidiar con la comunidad mormona de Salt Lake City la cual nunca ha visto con buenos ojos que Bill y sus esposas habitaran fuera de su círculo de influencia, lejos de sus estrictas leyes y mandatos. En definitiva; complicada, esperpéntica, e incluso terrorífica en algunas ocasiones, la peculiar vida de los Henrickson es un camino empedrado que merece la pena recorrer, aunque sólo sea por ver si Bill será capaz o no de mantener unida esa familia a la que tanto ama. Os aseguro que dificultades no le van a faltar.

Os dejo con la intro, que es una buena metáfora de la serie:

3 comentarios:

  1. Sin duda una gran serie my infravalorada. termino de votarla en el Ranking como una de mis favoritas. Lo mejor de todo es que temporada a temporada va creciendo en intensidad y calidad. se la recomiendo a todo el mundo. Mi favorita es Margene, su ingenuidad contrarresta la dureza de las otras dos esposas. Me gusto eso de que se presentaran ellos mismos, captaste bien sus personalidades.

    Saludos.

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  2. A mí 'Big Love' me tiene conquistado. Y lo que más me gusta son las tramas "normales". Mostrar la cotidaneidad de una familia mormona se convierte en algo novedoso y es lo mejor de la serie. La diplomacia de Billy al tratar a sus mujeres, la rivalidad y a la vez amor de las hermanas esposas, lo dificil que es llevar tres casas y sus respectivos miembros adelante, todo eso me encanta. Lo negativa y picajosa que es Nikki, lo sencilla que es Margene y en medio está Barb, la más centrada. Todas ellas geniales, te enamoran.

    Me encanta la familia Henrickson.

    En cambio las tramas de lucha de poder entre Bill y el malvado Roman Grant me la traen sin cuidado y me aburren sobremanera.

    Por cierto, acabo de descubrir tu blog y está muy bien!

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  3. Francy: No es una de mis series favoritas, pero la verdad es que me gusta mucho, y por eso creí necesario hacerle un post especial. Por cierto mi favorita también es Margene.

    Agent tv: A mí me gusta que haya esa mezcla de cotidianeidad y lucha de poder. Ese equilibrio me parece perfecto, cuando se centra demasiado en alguno de las dos, la serie se descompensa.

    Gracias por el cumplido.

    Saludos a todos.

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