viernes, 22 de octubre de 2010

Treme. La música de sus personajes.

Tras The Wire, David Simons lo ha vuelto a hacer. Se confirma que este tipo es un auténtico maestro a la hora de desplegar todo un abanico de historias ricas y llenas de matices capaces de llevar al espectador más allá del mero entretenimiento. Y es que sus relatos no suelen ganarte por la vista y la inmediatez que ésta provoca. Más bien lo hacen por el corazón, y en especial por las entrañas, e imagen a imagen, frase a frase, se te van metiendo bajo la piel hasta que por fin te das cuenta (cuando menos lo esperas), de que estabas ante algo mucho más grande y complejo de lo que habías pensado en un principio. Así fue en The Wire, así ha sido en esta primera temporada de Treme, y así será posiblemente en cada obra que afronte este genial vomitador de personajes tan imperfectos como descorazonadoramente humanos. Quien pueda ser paciente y permeable a esta lenta pero enriquecedora manera de contar historias, sin duda obtendrá un valioso premio al final del empedrado camino. Los que no lo logren, estarán avocados a un aburrimiento seguro que posiblemente surgirá de la incomprensión y poco disfrute de los detalles. A estos últimos permítanme decirles que no desistan en su empeño y que intenten abrir todos sus sentidos de par en par. Para todos los primeros este post desde el corazón de una historia que nunca mejor dicho (y perdónenme el chiste fácil) me ha calado hondo…

"La música es la sangre que corre por las venas
de la ciudad de Nueva Orleans"
Las historias cruzadas siempre me han fascinado. Ver los diferentes puntos de vista de una determinada situación tiene algo de “voyeur al cuadrado” que siempre me ha cautivado por completo. En Treme partimos de esa interesante premisa al encontrarnos con multitud de personajes que viven en una misma ciudad, (Nueva Orleans en este caso), y que tienen que rehacer sus vidas por completo tras el desastre que ha supuesto el paso del huracán Katrina, hecho acaecido allá por el año 2005. La hermosa pero triste decadencia en la que está inmersa la ciudad, y sobre todo la música que inunda cada una de sus calles, plazas, y garitos se convierten en esta ocasión en el denominador común de todos los personajes de la serie. Ésta a su vez también actúa como catalizador de la historia, y los ayuda a explorar sus propios límites, los cuales muchas veces serán rebasados en exceso logrando que algunos de sus personajes lleguen a tener consecuencias realmente catastróficas.

"Tradición y modernidad luchan por
hacerse un hueco en la ciudad"
Uno de los inconvenientes que puede llegar a tener una historia tan grupal como esta, es que no todos sus protagonistas conecten con el espectador de la misma manera. Eso no significa que no tengan que gustarnos algunos de ellos, simplemente que los disfrutaremos desde una perspectiva e intensidad diferentes. En principio, todos en mayor o menos medida, tienen suficientes cualidades como para que nos resulten sumamente atractivos e interesantes. Así pues, la desesperación de Ladonna y su angustiosa búsqueda por encontrar a su hermano desaparecido en el temporal, junto con la incansable lucha de su abogada, batallando una y otra vez contra una prácticamente inexistente burocracia en proceso de reestructuración, son dos buenos ejemplos de esto que digo. De igual manera también nos podremos sentir seducidos por una complicada relación paterno filial erosionada por un abismo socio-cultural y sobre todo de carácter musical. O enamorarnos perdidamente de esa pareja de músicos callejeros cuya historia de amor se va desintegrando ante nuestros ojos por culpa de peligrosas compañías, envidias y celos profesionales. Como veis, todas ellas historias de gran intensidad emocional, que acaban conformando un buen abanico de hermosas y reveladoras muestras de vida.

"El orondo escritor no encuentra la paz interior
tras el estado en que se encuentra su amada ciudad"
Por otro lado, debido en gran parte a la constante ambigüedad con que están descritas sus emociones y tramas, los personajes con los que más me ha costado conectar, diría que han sido Creighton Bernette y Davis McAlary. Tanto Creighton, un escritor sin ideas en constante guerra contra sí mismo y contra el mundo, como Davis, ese músico y vividor-veleta al que parece que le dé igual todo, me han parecido los dos personajes más inaccesibles e impermeables de Treme. Solo en la recta final de sus respectivos arcos argumentales lograron despertar mi interés por completo, llevándome (para mi sorpresa), incluso al borde de las emociones, al descubrir, en el caso del escritor, una debilidad secreta que encuentra finalmente su propia y oscura liberación de la peor de las maneras. Y al hallar en Davis ese puntito de humanidad y cercanía que tanto le echaba en falta, descubriendo que toda esa personalidad dispersa que tenía no era más que una filosofía de la vida mucho más simple y optimista de lo que había pensado en un primer momento. De esta manera, y aunque parezca contradictorio, esos dos personajes encuentran al final su redención personal consigo mismos y sobre todo con conmigo, entrando directamente a formar parte del resto de magníficos personajes de la serie.

"¿podrá la ciudad acabar con los sueños
de esta excelente chef tan luchadora?"
Pero si tuviera que decentarme por mis personajes favoritos estos serian sin duda Antoine Batiste y Janette Desautel. Del primero, (magistralmente interpretado por Wendell Pierce), me gustaría destacar especialmente esa mezcla entre libertinaje, talento, y calidez, que lo convierten así en un ser tan adorable como inigualablemente imperfecto. En cuanto a Janette, sólo por mirarle a los ojos y ver toda esa desesperación y lucha interior por sobrevivir a sus propios sueños ya merece la pena haber visto un solo minuto de la serie. Son mis favoritos porque considero que sus historias son el corazón de Treme, y posiblemente por ello sus personajes representen mejor que ningún otro la esencia de la serie.

Una esencia que no es otra que la esperanza, la fe, y la capacidad del ser humano para sobreponerse a sus muchas adversidades. El esfuerzo y el sacrificio como piedra angular de la recuperación, tanto emocional como psicológica. La música como agente revitalizador del alma y canalizador de frustraciones y rabias. Y por supuesto, la cara más amarga de la existencia humana. Que no es otra que las muchas debilidades del hombre, ejemplificadas con sutil maestría, por un coche aparcado en la soledad de un parking, que espera a un dueño, que por desgracia ya nunca regresará junto a él.

10 comentarios:

  1. Dos cosas resaltan en esta serie los personajes y la música, y ambos me encantan, con Nueva Orleans de fondo mejor que mejor.

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  2. Watanabe, supongo que ya lo tienes ubicado pero por si no es así dejo aquí el enlace a los Podcast con las canciones de Treme. Forman parte de mi banda sonora en el trabajo en las últimas semanas:
    http://www.ivoox.com/musica-del-primer-episodio-audios-mp3_rf_266659_1.html

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  3. Aun no he terminado con la temporada, me quedan 2 capitulos, por lo que volveré aqui cundo la termine. Lo que tengo claro es que son personajes muy grandes, aunque cueste conectar al principio (a mi me costó horrores).

    Saludos!

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  4. Satrian: Precisamente gracias a la música conseguí conectar con la serie rápidamente. Los personajes me llegaron un poco más tarde.

    Auster: Muchas gracias por el enlace. Lo cierto es que todavía no me había puesto a buscar las canciones, que por otro lado me encantan.

    Un telespectador más: Cuando veas esos dos episodios posiblemente tu percepción final de la serie cambie. A mí me pasó.

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  5. Esta es una de las series que tengo pendientes, a ver cuando me pongo con ella porque tiene muy buena pinta.

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  6. martinyfelix: Cien por cien recomendada. Aunque también advierto que no es tan accesible como otro tipo de series. Buena música, personajes de carne y alma, y la propia vida ante nuestros ojos, con lo mejor y lo peor de ella ¿Te he convencido?

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  7. Me encanta esta serie y sus personajes. Sin embargo, a mí sí que me encanta McAlary y Bernnete. Sobre todo el primero me da mucha. Está totalmente perdido y sólo quiere que Nueva Orleans vuelva a ser la ciudad de la que se enamoró perdidamente.
    También me gusta mucho Albert Lambreaux, The big chief. Me encanta su carácter duro, aferrado a las tradiciones. No le importa jugársela y, sin quererlo ni poder evitarlo, atrae a la gente. Tiene un don de líder natural.

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  8. Midas: Lo que me acabo convenciendo de Bernnete es que al final descubrí lo que realmente sentía en su interior, que le quemaba hasta tal punto de acabar como lo hace. Hasta entonces no conseguía conectar con él porqué no lograba entenderle del todo. Comprendo perfectamente cómo se siente su mujer, y comparto su rechazo. La escena en que registra el coche de su marido es magistral y muy dolorosa.

    En cuanto a Mclary, es imposible no acabar simpatizando con él después de ver lo que hace para intentar que Janette no se vaya de la ciudad.

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  9. WATANABE: En la lista negra está desde que oí hablar de ella, pero luego me descolgué cuando se estrenó. Ya veré cuando saco tiempo para ella.

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  10. Treme fue muy criticada por la historia que aborda, y sí ya lo creo que ha de ser difícil, sin embargo es una serie que ha sabido llevar muy bien la historia. Actualmente se estrenó la Treme temporada 4 y promete mucho, pues dará fin a una historia tan exitosa y dramática como ésta. Ojalá lo logre.

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