lunes, 10 de mayo de 2010

Lost. Jack y su camino hacia la comprensión de la isla.

Separados entre sí por el parón de la semana pasada, una vez más regresamos a Lost con el resumen/análisis de sus dos últimos episodios (The Last Recruit y The Candidate). Cada vez queda menos para el final y eso se está notando en la tensión, que aumenta por momentos, y sobre todo en el devenir de unos personajes que parecen destinados a sufrir las consecuencias de sus propias decisiones como si fueran destinos marcados a hierro y fuego. Es más que irónico que Jack sea el único en comprender que todo forma parte de algo mayor que no se puede alterar sin sacrificarse a uno mismo. Precisamente de ese camino interior a la comprensión han tratado primordialmente estas dos últimas entregas, siendo éstas todo un fascinante preámbulo de “calma contenida” antes de la tormenta que han supuesto esos últimos quince minutos de The candidate. Después de esa explosión de acontecimientos ya solo queda acurrucarse bien en el sofá de casa y disfrutar de una recta final que se intuye tan apasionante y desveladora como devastadoramente emotiva. Una imparable retahíla de revelaciones y acción desmedida que sin duda no dejará a nadie indiferente, ya que nos enfrenta con la inevitable verdad de nuestros propios anhelos hacia la serie. Repasemos pues los dos últimos episodios. Disculpad si esta vez me extendí demasiado……

¡Spoiler, teorías y desvaríos! En la realidad alternativa Desmond atropella a Locke enviándolo directamente hasta la sala de operaciones de Jack. En el mismo hospital se encuentran Jin y Sun, que ha sido capaz de reconocer al monstruo que habita bajo la piel del Locke isleño. Parece que estar cerca de la muerte conecta de alguna manera las dos realidades y quizá por ahí esté la clave que finalmente las una. Lo que sí queda bastante claro es que los personajes están destinados a encontrarse e influirse mutuamente en unos cruces que no siempre resultan tener coherencia temporal. No encuentro explicación alguna por la cual Sawyer dice haber pasado una semana desde el aterrizaje del oceanic 815, tras haber visto desarrollarse los acontecimientos de los coreanos, Keamy y Sayid en tan solo un par de días. Gazapos aparte, aunque importantes no nos impiden disfrutar de todos esos encuentros ¿fortuitos? de los cuales podemos sacar la siguiente conclusión o mejor dicho teoría: ya sea Desmond o el propio destino parece que todos ellos acabarán en el mismo lugar provocando una consciencia colectiva que inevitablemente los precipite hacia esa última pieza del puzle. ¿Paja mental? Quizá. Lo veremos el día 23.

Mientras en la realidad alternativa veíamos como Jack y Claire se conocían de nuevo por primera vez, y como Sayid era capturado por los agentes de la ley Sawyer y Miles, en la isla los elegidos por Jacob se reunían con el falso Locke en un encuentro que iba a estar repleto de mentiras, secretos y traiciones. La espléndida primera conversación entre Jack y el falso Locke nos deja con revelaciones un tanto ambiguas bañadas por la incertidumbre que siempre provoca la malsana doblez de un inquietante humo negro. Más tarde éste (ingenuamente o con conocimiento de causa) envía a Sawyer a recoger el barco de Desmond mientras le ordena a Sayid que acabe con la vida del escocés, el cual se encuentra preso y abandonado en un pozo perdido de la isla. En un descuido de Locke nuestros protagonistas consiguen desmarcarse del grupo y se juntan de nuevo con Sawyer y Kate, los cuales pretenden dar esquinazo al humo negro dirigiéndose a la otra isla donde se halla el submarino de Widmore. Tras un pequeño escarceo con una resentida Claire, resuelto brillantemente por una Kate que cada vez pinta menos, nuestros protagonistas ponen rumbo a la otra isla comenzando así la primera parte de su plan de escapada. En uno de los mejores cara a cara de esta sexta temporada, un Jack cada vez más Locke no cree que deban salir de la isla y así se lo hace saber a Sawyer justo antes de saltar por la borda. Tras tomar tierra en la isla donde se encuentra la estación Hidra, Sun por fin se reencuentra con su amado Jin recuperando de un plumazo su inglés perdido, y demostrándonos a todos que también se puede ser emotivo a pesar de una apuesta argumental evidentemente forzada con fines comerciales. Finalmente Widmore bombardea la playa donde se encuentran Locke, Sayid y Jack, dejando a éstos al borde de unos acontecimientos futuros que tendrán su debida y esperada continuación en el capitulo siguiente.

En cuanto a “The Candidate” vuelve a haber demasiados hilos descuidados en cuanto a acción isleña se refiere, pero con un poderoso y fluido tempo narrativo que desemboca en un final de episodio auténticamente emocionante y devastador. La realidad alternativa nos muestra a un Jack en pos de la verdadera razón por la cual Locke no quiere someterse a una operación que podría llevarle a andar de nuevo. En ese misterioso y resbaladizo camino vemos cruzarse a viejos conocidos como Bernard, cuya coincidencia en el mismo avión comienza a hacer pensar a Jack que eso de la casualidad puede que sea un cuento chino. Precisamente gracias a este personaje, nuestro querido doctor acabará descubriendo la verdadera razón por la cual Locke no quiere someterse a dicha operación. De esta manera se termina desvelando un sentido de culpabilidad tan demoledor y arraigado, que uno no puede más que emocionarse con esa escena final donde Jack intenta convencer a nuestro calvo favorito de que deje atrás toda esa pesada carga que arrastra del pasado. Lo que paso, pasó, le dice y remata; ¡desearía que creyeras en mí! (los pelos de punta).

Ya en la isla, Sawyer y el resto de sus compañeros son ¿rescatados? Por Jack, Sayid y un agresivo humo negro que ya comienza a ser poco amenazador por lo acostumbrados que nos tienen a verle de tal guisa. Poco después asistimos a un extraño momento donde vemos como el falso Locke descubre (de manera muy poco sutil) varias cargas explosivas en el interior del avión de Ajira. Quién las ha puesto ahí, y por qué, son dos nuevas incógnitas que espero sean desveladas por el bien de una coherencia, que muchas veces parece jugar con nosotros al escondite por pura diversión sin sentido. En todo caso el humo negro parece tener la respuesta, un tanto poco convincente, pero lo suficientemente efectiva como para que el resto de la tropa se vaya con él en busca de un submarino que promete llevarlos fuera de la isla. Una vez allí, y extrañamente sin apenas custodia por parte de los hombres de Widmore, nuestros protagonistas acaban tomando el submarino dejando fuera de él a Locke y Claire, y con Kate herida tras la escaramuza previa al asalto. Jack, que no quería irse con sus compañeros de aventura, acaba atrapado dentro del submarino descubriendo poco después que todos ellos han sido engañados por el humo negro, tras comprobar que dentro de su mochila hay una bomba que estallará en pocos minutos.

A partir de aquí se desencadena una de las mejores escenas de toda la serie. La fe de Jack es ya tan contundente que está totalmente convencido de que no les pasara nada si no intentan desactivar la bomba. Sawyer no opina igual y con razón, las últimas consecuencias de las decisiones del doctor desde luego le avalan. Por este motivo y sin pensárselo demasiado desactiva los cables del artefacto con la consecuente aceleración del tiempo de estallido. Ya no hay marcha atrás. Sayid en un último acto de redención (y yo me pregunto ¿no estaba muerto por dentro?) coge la bomba y se aleja corriendo lo más lejos posible de sus compañeros regalándoles así una pequeña oportunidad de sobrevivir al impacto. La bomba estalla y el submarino se llena rápidamente de agua precipitándose a las profundidades del océano. Sun queda atrapada bajo los amasijos de la explosión, y Sawyer termina inconsciente tras recibir un fuerte impacto en la cabeza. Si no quieren morir todos no queda más remedio que sacar rápidamente a los heridos (Kate y Sawyer) y eso es precisamente lo que acaban haciendo Hugo y Jack.

Sin embargo Sun continua atrapada entre el metal y Jin no está dispuesto a dejarla morir ahora que se acaban de reencontrar. Desde luego no atravesaron el tiempo y el espacio desafiando las leyes de la física para volver a separarse el uno del otro de esta manera tan cruel. Si, es cierto que ahora tienen una hija (Ji Yeon) que dejarán huérfana, pero también saben que una parte de ellos vivirá eternamente a través de ella por el resto de sus días. Su amor siempre fue tan intenso y obsesivo que nunca importó nada ni nadie más que ellos dos, y precisamente por esa razón juran no volver a separarse jamás. Al final solo la fría agua del océano es capaz de separa las manos muertas de sus amantes, mientras unas hermosas notas musicales (de un siempre inspirado Giancchino) nos despiden de una de esas historias de amor que perdurarán para siempre en nuestro corazón. Ya en la playa Kate, Hugo y Jack lloran la muerte de sus amigos como si fuese la suya propia, en la que es sin duda la escena más emotiva y desgarradora de toda la historia de la serie. A partir de aquí cualquier cosa es posible en Lost.

Como me he extendido demasiado lo mejor y lo peor ya se intuye en el post.

5 comentarios:

  1. Ya no queda nada, y aun hay muchas cosas por saber. Un poco decepcionante.

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  2. Anonimo: El placer de Lost también está en el camino recorrido. De todos modos de aquí al final habrá respuestas....

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  3. Ahora mismo no pondría la mano en el fuego, pero no me suena que Sawyer dijese que ha pasado una semana desde que regresó de Sydney. De todas maneras, creo que esto para variar, lo han controlado bastante bien aunque tampoco me extrañaría que nos encontrásemos con alguna errata temporal.

    A mí el Humo me sigue dando el mismo temor que la primera vez y siempre será un placer tenerle por la serie con ganas de arrasar con todo lo que pille. Las que le espera a los losties... the end is coming!

    Me ha encantado leerte, como siempre ;)

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  4. Moltisanti: A mi también me extraño que una cosa así se les hubiera escapado. Fíjate si quieres en la escena de Sawyer y Kate en la comisaria. En ese momento hace la referencia a una semana desde que aterrizó el ocenaic 815. De todos modos en su flash pasan como mínimo dos noches, y en la de los coreanos solo una y luego viene la matanza del restaurante.

    Pues ahora sí que está cabreado el humo negro, estoy deseando saber que se la ocurrirá para acabar con los Losties ya que no puede hacerles nada él mismo y Jack lo sabe.

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  5. Fue y sigue siendo increible esta serie!

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