sábado, 13 de marzo de 2010

Mujeres detective en África.

Como buen catador de series de la cadena HBO no podía dejar pasar la oportunidad de visionar uno de sus productos más atípicos y arriesgados de los últimos años. Me estoy refiriendo a esa extraña The No.1 Ladies Detective Agency, una exótica rareza que produjeron el año pasado (junto a la BBC) los fallecidos Sindey Pollack y Anthony Minguella (este último además dirige el piloto). Adaptación de una de las más afamadas novelas del escritor Alexander McCall Smith, esta primera temporada (y última pues creo que está cancelada) consta de tan solo seis episodios y un piloto de más de hora y media, que aunque se haga algo pesado al principio acaba dejando una sensación lo suficientemente satisfactoria como para que uno acabe enganchado sin problemas a sus capítulos restantes. Y es que si algo tiene esta desconcertante serie colorista y luminosa es que es capaz de transportarnos al país africano de una manera completamente empírica y real, donde viviremos una serie de historias sencillas, originales y llenas de ingenio, cuyo humor (un tanto ingenuo) nos hará pasar unos cuantos buenos ratos de calurosas historias detectivescas…..

La serie nos traslada a la ciudad de Gaborone, capital de Bootswana, al sur del continente africano. Allí vive Precious Ramotswe, una oronda mujer que tras morir su padre y heredar una fortuna considerable decide dedicarse a lo que siempre deseó, que no es otra cosa que ser detective privado. De esta manera abre la primera agencia de mujeres detectives de la ciudad embarcándose así en una serie de aventuras que la llevarán a resolver desde pequeñas y superficiales infidelidades conyugales, hasta casos mucho más complicados y dramáticos como por ejemplo desapariciones de niños raptados por la mafia africana, o extrañas y misteriosas muertes de pacientes de un hospital que se producen siempre a la misma hora. Entre medias de todas estas singulares historias cruzadas también podremos asistir a la vida personal de Precious. Esta esconde unos cuantos secretos de su pasado que la atemorizan, los cuales inevitablemente acabarán por salir a la luz en unos episodios finales, que aunque sean algo irregulares nunca le pierden el pulso a una historia llena de humanidad. Al final todo quedará (simpáticamente) bien cerrado y con una forzada sensación de complacencia, todo menos una pequeña sub-trama que evidentemente daba pie a una segunda temporada la cual muy posiblemente nunca llegue a ver la luz.

Junto a una protagonista dulce y de carácter valeroso, unos personajes secundarios sencillos y humildes (en un principio algo cargantes pero al final definitivamente entrañables). Estos aportan las suficientes dosis de humor y calidez como para que el relato nunca se vuelva demasiado espeso por exceso de complejidad y/o profundidad. Por otro lado tampoco le hubiera venido nada mal algo de “mala leche” a esta historia que si peca de algo es de una excesiva inocencia y ligereza en gran parte de su desarrollo. En el apartado técnico, una estupenda banda sonora de tintes africanos y una cuidada fotografía con tonos cálidos nos sumergen en un país pobre pero lleno de orgullo que acaba convirtiéndose por derecho propio en un personaje más del que poder disfrutar. Un agradable viaje al interior de un territorio lleno de contradicciones y costumbres arraigadas en el pasado, cuyos habitantes acaban cometiendo los mismos errores que el resto de los humanos ya sean de países más desarrollados. En definitiva, una historia amable y diferente de la que poder echar mano cuando uno solo se siente con ganas de viajar a lugares en los que nunca ha estado, lejos de esas historias de siempre que se acaban por repetir una y otra vez.

6 comentarios:

  1. Me pasa todo lo contrario lo que agradecía es la falta de mala leche, me encanta el reflejo de otro tipo de sociedad, colorida, educada, rra, mma, je je como me divertí con esta serie, con unas imágenes preciosas en el primer episodio de Botswana, es una pena que no continuaran con ella, para mí una joya desconocida.

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  2. Satrian: A mí me resultó demasiado ligera a veces. Eso sí, muy encantadora y entretenida. Lo mejor como dices es disfrutar de otra cultura maravillosamente bien ambientada.

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  3. Pues yo tengo curiosidad por la serie. Me leí el libro hace unos años (lo mandaron en la escuela de idiomas y lo cogí con algo de pereza, pero al final me sorprendió, porque me pasó lo que te ha pasado a ti con la serie, que te traslada totalmente y sin darte cuenta a Botswana y a la vida de la protagonista y se hace muy simpático de leer).

    Supongo que le echaré un vistazo más adelante, a ver qué tal (por lo que has comentado, no es muy diferente a la novela ;)).

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  4. Mina Harker: La serie desprende un aroma literario evidente, sobretodo el primer episodio al que le falla un poco el ritmo. Desconozco cuántos libros son y cómo se desarrollan las tramas/casos, pero en la serie desde luego está perfectamente entrelazados y adaptados al formato televisivo.

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  5. Muy hermosa la Jill Scott, pues con todos sus kilitos de más es muy muy pero muy bonita...

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  6. Anónimo: Si que es guapa, y además el personaje favorece su atractivo.

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