Como en la trama de esta sexta y última temporada de Lost se están empezando a formar dos claros bandos de seguidores de la serie. Por un lado están llamémosles los seguidores de Fe. Estos son aquellos que todavía creen a pies juntillas en que al final todo terminará con una gran explicación. En nombre de Jacob defienden a muerte cualquier tipo de discrepancia que se vierta sobre la serie, y piensan que cuando acabe esta todo el mundo terminará con una magnifica sensación de satisfacción y plenitud. Por el contrario están los seguidores de ciencia. Son esos fans que siempre han estado ávidos de respuestas, y que tras comprobar que no las están recibiendo de la manera esperada despechados acaban echando pestes sobre la serie defraudados por el rumbo que esta está tomando. Pues bien, yo ni lo uno ni lo otro. Yo debo ser el japonés del templo que se queda mirando pacientemente las aguas del manantial esperando que los acontecimientos fluyan por sí mismos. Lo único que espero es no acabar ahogándome en mi propia indiferencia. Tampoco creáis que no me interesa mojarme, todavía no estoy exento de caer bajo la influencia de cualquiera de estos dos bandos, lo que ocurre es que aunque estoy disfrutando de la serie, mantengo la calma pues constantemente tengo la sensación de ir en un tren con demasiada carga a sus espaldas que en cualquier momento podría descarrilar. En cualquier caso comentemos algunas cuestiones relacionadas con los dos últimos episodios……
En cuanto a realidad alternativa se refiere, parece que las historias de Jack como comprensivo padre y Sayid como hermano protector están resultando sospechosamente inconexas pero igualmente gratificantes y entretenidas. Sigo sin saber (como no) para qué diablos nos cuentan todo esto a estas alturas, pero al menos ya no tengo esa sensación de indiferencia o frustración. Ahora disfruto con la mayoría de esos azarosos pasajes imposibles del doctor y el iraquí, y hasta me permito el lujo de sonreír en algunas ocasiones cuando aparece alguno de esos extraños cruces inesperados con algún personaje conocido. El problema que veo en todo esto de las redenciones y las vidas paralelas de ida y vuelta es que una vez pasado el elemento sorpresa del inicio de temporada todo parece ya demasiado superfluo comparado con el hecho que supone saber qué importancia tendrán dichas tramas para el devenir general de la historia. O dicho de un modo más soez pero extremadamente acertado, (robado directamente de algún comentario que leí en Todo Series): “estamos tan pendientes del orgasmo que nos resulta complicado poder disfrutar del polvo”. En cualquier caso todo este mosaico de tramas no deja de ser un divertido espejismo con el que poder distraernos antes del último colofón que lo cambie todo de perspectiva.
Y es que parece como si los responsables de la serie estuvieran jugándose todo a una sola carta final (en uno de los movimientos más peligrosos y arriesgados de la historia de la televisión), dejando al margen un camino que podría ser tan apasionante como la propia sorpresa que nos están escondiendo. Como todo en Lost esto es solo una apreciación desenfocada e imprecisa ya que al llevar tan solo seis episodios indudablemente esta estará supeditada al devenir de los próximos capítulos. Volviendo a las tramas en sí, la de Jack parece destinada a hacernos comprender que dicho personaje está decidido a no cometer los mismos errores de su padre, mientras que la del iraquí nos demuestra que el destino no se puede cambiar y dicho personaje está condenado a ser el asesino que siempre ha sido. Una vez más dos inquietantes versiones de una misma vida paralela que nos vuelven a dejar con la misma sensación de ambigüedad de siempre. Al fin y al cabo Lost siempre ha sido eso y no deberíamos quejarnos por ello.
f
Sin embargo la isla nos sigue ofreciendo lo de siempre en el peor y en el mejor de los sentidos. Un poco de fascinante épica, mucha aventura, más misterio, y alguna que otra respuesta que aunque no sea demasiado clara si nos ofrece cierta sensación de seguridad con respecto a lo que nos tiene deparado el futuro. En esta realidad hemos visto una vez más personajes que van de aquí para allá por la isla, unas veces con motivaciones claras y por ello interesantes, y otras (más cuestionables) que por el momento no parecen más que arbitrarios movimientos de ficha sin demasiado sentido ni coherencia. ¿Por qué Sayid no fue desterrado antes o al menos encerrado dado lo peligroso que iba a llegar a ser? ¿Por qué de repente el Dogen se lía a mamporros con él, y que finalidad tiene esto si se supone no puede acabar con su vida? ¿Qué demonios ha pintado Claire en la jugada del templo planeada por el humo negro? Como siempre estas cuestiones quedarán expuestas al devenir de los acontecimientos o por el contrario a los defectos de una última sesión que sigue demostrando tener demasiada imprecisión en sus guiones. En definitiva luces y sombras de una sexta temporada que a pesar de todo uno podrá disfrutar sin problemas mientras no se cuestione constantemente todos esos giros argumentales que encierran incógnitas llenas de dudas.
Lo mejor: El faro y todo lo que ocurre allí dentro. El templo arrasado por un humo negro autoritario y devastador. Todo lo relacionado con la oscura e incipiente maldad de Sayid, esa mirada final da escalofríos. En resumen, Lost cuando saca a pasear toda su épica y mitología es sencillamente inigualable.
Lo Peor: Una Kate dando vueltas por la isla sin ton ni son. La falta de solidez argumental en algunos tramos del segundo episodio. Y por su puesto las preguntas que os he dejado antes a la espera de respuestas más coherentes.
A mí las historias del universo alternativo no me resultan entretenidas, pero lo peor es que no me emocionan y deberían hacerlo, esos guiones y las actuaciones no funcionan, al menos para mí.
ResponderEliminarPues yo es que me defino con Lost depediendo de cuál haya sido el último capítulo visto. Soy muy voluble con esta serie y puede que también acabe ahogándome en mi propia indiferencia.
ResponderEliminarLo peor: una selva que cada vez se parece más a la Gran Vía, faltan los que venden bocadillos por la noche.
Pues me encuentro en una situación muy parecida a la tuya. Soy un fan de la serie desde sus inicios, en aquel verano en las tardes de TVE, y por el camino he descubierto otras muchas series que quizás me hagan ver las cosas desde otra perspectiva, no tan cegado por el brillo de la isla como hace algunos años. En cualquier caso, por ahora esta sexta temporada no me convence del todo, pero no clamo al cielo por ello... mantengo mi fe en los guionistas que tantos buenos ratos nos han dado, y espero que al final todo cuadre mejor, porque los Flashsideways, por ahora, aportan poco tirando a nada.
ResponderEliminarUn saludo.
Satrian: Lo cierto es que mi interés por esa realidad paralela ha ido de menos a más. No ha llegado a emocionarme del todo (como en otras temporadas) pero ya no me produce indiferencia.
ResponderEliminarEstar en las nubes: Es cierto que la selva ha perdido ese punto enigmático y místico, pero tampoco me molesta demasiado dados los acontecimientos que están ocurriendo actualmente. Quizá si los continuos encuentros entre personajes.
Smokey: Tengo la esperanza de que solo hemos visto la introducción a lo que va a ser esta temporada final. El problema es que el tiempo se acaba, y de lost siempre se espera lo mejor.
No se muy bien si me está gustando o me está decepcionando. los proximos capitulos van a ser vitales para que me defina.
ResponderEliminarCreo que el problema es que lastra la presión de la última temporada. Capítulos como los que hemos visto hasta ahora los ha habido a miles en las anteriores temporadas, y muchos de ellos nos han encantado. El problema es que Cuse y Lindelof no han cambiado el ritmo ni el lenguaae de la serie por ahora, y el ansia de respuestas (lógica) hace que nos sintamos decepcionados. En mi opinión pierden la oportunidad de crear un pequeño momentazo en forma de revelación en cada episodio. Por ejemplo: ¿qué les costaba que Richard nos contase su historia completamente como lo hizo Dogen? Habría sido genial, y ES EL MOMENTO de hacer ese tipo de revelaciones.
ResponderEliminarUna amiga me dijo algo que habría sido genial: 10 episodios al inicio a modo de precuela sobre Jacob y Antijacob que pusieran las cartas sobre la mesa, y 10 finales sobre el desenlace de esta guerra que se nos viene y el destino final de la isla.
Bel: Creo que esta temporada está siendo mucho mejor de lo que parece, lastrada como dices por las expectativas. También es verdad que su irregularidad es evidente. En cuanto a respuestas las estamos teniendo casi por episodio aunque estas sean mucho más sutiles de lo que esperábamos.
ResponderEliminar