Tras desterrar de mi parrilla a Kings, serie que ya desde sus inicios caminaba tambaleándose peligrosamente por el filo del aburrimiento. Quedó un nuevo hueco por rellenar en mi televisor, y me dispuse a elegir detenidamente la serie que la sustituiría. Para mi este es uno de los mejores y a la vez más decisivos momentos por los que un seriefilo tiene que pasar cada cierto tiempo. Elegir una serie nueva, no es como elegir una película la cual no te llevará en verla más de dos o tres horas como mucho. Elegir una serie es todo un acontecimiento porque sabes que tendrás que dedicarle muchas horas de tu vida, y una mala decisión puede llevarte inexorablemente a una gran perdida de tiempo.
El hecho es que ahí estaba yo, ante más de quince candidatas, guapas todas ellas, engalanadas con sus mejores tramas, esperando ansiosas su momento de entrar en acción, y dispuestas a todo por seducirme. Una me ofrecía un viaje al Nueva York post atentado de la mano de unos bomberos que por lo que cuentan son bastante cabrones. Otra pretendía llevarme al espacio de la mano de la saga Stargate y que me quedara con ella mirando las estrellas. Había una tercera que me ofrecía volver al instituto y además pretendía que me pusiera a cantar y bailar. Las había enfermeras algo misteriosas, mujeres detectives en África, familias muy modernas, y hasta había un tipo con la picha muy grande que quería que me dedicara con él al oficio más antiguo del mundo. Todas ellas me gustaban y me atraían, pero por desgracia en este momento solo había sitio para una.
Y entonces apareció ella, con su tono oscuro y sus cristales en vez de barrotes. Con sus ropas sucias y su mirada asesina. Llevaba mucho tiempo olvidada cogiendo polvo en el cajón de las series perdidas, y ya casi parecía resignada a ser olvidada. Me miro durante un segundo por encima del hombro como si quisiera decirme: “allá tu, no sabes lo que te pierdes” y entonces lo supe. Su momento había llegado, y no me equivoco al decir que me alegro de tomar esa decisión. Su piloto es una puñalada directa al estomago. Es vibrante, elocuente, incómodo y rotundo. Una de las mejores descripciones de personajes que he visto jamás en una premiere. Un puñetazo de honestidad en tu cara. Un reajuste inmediato en mi último ranking de pilotos. Viajar a los mundos de OZ ha sido una experiencia tan desasosegante como intensa. Varias veces estuve a punto de chocar los talones de mis zapatos de tacón para poder volver al resguardo de mi casa. Pero no lo hice y me alegro. Porque de vez en cuando series como esta son necesarias para entender un poco mejor la vida, la muerte y la esperanza de poder cambiar el mundo. Lo digo alto y claro: ¡Esta noche he estado en la cárcel! Y me ha encantado.
El hecho es que ahí estaba yo, ante más de quince candidatas, guapas todas ellas, engalanadas con sus mejores tramas, esperando ansiosas su momento de entrar en acción, y dispuestas a todo por seducirme. Una me ofrecía un viaje al Nueva York post atentado de la mano de unos bomberos que por lo que cuentan son bastante cabrones. Otra pretendía llevarme al espacio de la mano de la saga Stargate y que me quedara con ella mirando las estrellas. Había una tercera que me ofrecía volver al instituto y además pretendía que me pusiera a cantar y bailar. Las había enfermeras algo misteriosas, mujeres detectives en África, familias muy modernas, y hasta había un tipo con la picha muy grande que quería que me dedicara con él al oficio más antiguo del mundo. Todas ellas me gustaban y me atraían, pero por desgracia en este momento solo había sitio para una.
Y entonces apareció ella, con su tono oscuro y sus cristales en vez de barrotes. Con sus ropas sucias y su mirada asesina. Llevaba mucho tiempo olvidada cogiendo polvo en el cajón de las series perdidas, y ya casi parecía resignada a ser olvidada. Me miro durante un segundo por encima del hombro como si quisiera decirme: “allá tu, no sabes lo que te pierdes” y entonces lo supe. Su momento había llegado, y no me equivoco al decir que me alegro de tomar esa decisión. Su piloto es una puñalada directa al estomago. Es vibrante, elocuente, incómodo y rotundo. Una de las mejores descripciones de personajes que he visto jamás en una premiere. Un puñetazo de honestidad en tu cara. Un reajuste inmediato en mi último ranking de pilotos. Viajar a los mundos de OZ ha sido una experiencia tan desasosegante como intensa. Varias veces estuve a punto de chocar los talones de mis zapatos de tacón para poder volver al resguardo de mi casa. Pero no lo hice y me alegro. Porque de vez en cuando series como esta son necesarias para entender un poco mejor la vida, la muerte y la esperanza de poder cambiar el mundo. Lo digo alto y claro: ¡Esta noche he estado en la cárcel! Y me ha encantado.
Te lo dije, a la que empiezas con ella ya estás pillado para siempre. Precisamente hoy he terminado la 3ª temporada y no baja el nivel en ningún momento, es impresionante. En fin, ya nos irás contando pero seguro que no te arrepientes.
ResponderEliminarTony: Sabio consejo me diste. La verdad es que si la serie esta a la altura de su piloto me relamo pensando lo que me espera. Eso si, es una serie como se suele decir para ver con las tripas descansadas, o lo que es lo mismo, no es una de esas series con las que pasar simplemente el rato.
ResponderEliminarSaludos.
Totalmente de acuerdo, esta no puedes verla "de fondo", hay que sentarse y no perderse detalle. Muy atento a los comentarios entre escenas de Augustus Hill (el inválido en silla de ruedas), son unas reflexiones sobre la vida, la muerte, la religión, etc., que a menudo te tienen pensando hasta después de terminado el capítulo.
ResponderEliminarEsta semana empezaré ya con la 4ª temporada...
Oz es una de mis grandes pendientes pero quiero recomendarte que acabes Kings. Su recta final es grandiosa y aunque no tiene un final cerrado del todo, es uno de los mejores estrenos del año pasado y que aunque al principio puede hacerse algo pesada, merece mucho la pena.
ResponderEliminarMoltisanti: Bueno, viniendo de ti le daré otra oportunidad e intentare hacerle un huequecillo por ahí. El problema no es que me parezca mala serie, es que me aburre tanta grandilocuencia y politiqueo, sus personajes no se muestran como quisiera, y sus tramas me pesan como losas. Quizás esperaba algo mas de mitología y aventura.
ResponderEliminarBuena elección! Yo voy ya terminando la 5ª y es una adicción. Se va poniendo interesante con el paso del tiempo, aunque algunas tramas son un poco WTF.
ResponderEliminarSi te ha gustado el piloto seguramente te gusten los demás...
Por cierto, yo también he dicho de dejar Kings y la gente no para de decirme que la retome, así que quizás debamos hacer caso ^^
Un saludo!