Journeman contra Day Break: Atrapados en el espacio-tiempo

Hoy en el cara a cara de esta semana vamos a viajar en el tiempo y el espacio, enfrentando dos series poco conocidas por el gran público. Las dos son de ciencia ficción, las dos comparten a una misma actriz, la deslumbrante Moon Bloodgood, y las dos son muy recomendables si eres un entusiasta de los viajes en el tiempo y si lo que buscas es pasar un buen rato sin mayores complicaciones ni demasiadas exigencias. Además ninguna de las dos se alarga excesivamente, ya que ambas solo llegan a los 13 capítulos, y tienen a su favor el saber que sus misteriosas tramas quedan prácticamente cerradas a pesar de ser canceladas en sus primeras temporadas. Si alguna vez habéis viajado en el tiempo, o habéis estado atrapados en el mismo día una y otra vez, sabréis como se sienten nuestros dos protagonistas. Si no ha sido así, tenéis la posibilidad de descubrirlo en estas dos interesantes series: Journeyman y Day Break.

Creada por Kevin Falls, miembro durante cuatro temporadas del equipo de guionistas de El ala Oeste de la Casa Blanca, Journeyman cuenta la historia de Dan Vasser, un periodista de San Francisco que empieza a sufrir extraños desplazamientos a través del tiempo que no puede controlar. La serie mezcla el drama romántico con la investigación periodística y el genero fantástico. Lo hace a través de una historia que va creciendo poco a poco en interés a medida que la trama se va complicando, para terminar con ella de manera sencilla pero eficaz y coherente, cosa que se agradece bastante en este tipo de género. Aquí el protagonista no puede controlar sus traslados, y lo interesante será ver como maneja esta circunstancia para intentar que afecte lo menos posible a su vida familiar. La cosa se complicará cuando en sus saltos empiece a relacionarse de nuevo con su desaparecida ex novia a la que amaba, y al mismo tiempo tenga también que ingeniárselas para no encontrarse consigo mismo alterando su propio destino. El actor escocés que da vida al periodista Dan Vasser es Kevin Mckidd, conocido sobretodo por sus papeles en series como Roma o Anatomia de Gray. En Journeyman aporta al personaje una excelente combinación de desorientación, incredulidad y perspicacia, que junto a su innegable carisma hacen de la serie uno de sus mayores baluartes. Sus primeros capítulos, los menos interesantes, tienen una estructura procedimental en la que nuestro protagonista tendrá que ayudar a alguien a solucionar algún aspecto de sus vidas para poder saltar de nuevo a su época. A medida que la historia se va volviendo más personal, la trama a su vez se va poniendo más interesante para terminar con un trepidante final lleno de acción. En definitiva una de esas series entretenidas y adictivas, que te permiten pasar unos cuantos buenos ratos saltando de aquí para allá en el tiempo, sin tener que moverte del sofá de tu casa..


“Soy el detective Brett Hopper, y este es el día que lo cambia todo. Intentarán incriminarme. Mi novia Rita estará en peligro. Sé todo esto porque estoy viviendo el mismo día, una y otra vez”. Así comienza Day Break. Protagonizada por el actor Taye Diggs, la serie gira en torno al detective Brett Hopper, el cual se levantará un día acusado del asesinato del fiscal del distrito, Alberto Garza. Debido a un bucle temporal, Hopper tendrá que revivir continuamente el mismo día huyendo de los agentes de la ley, intentando resolver el misterio de la muerte de la cual se le acusa, y averiguar al mismo tiempo quién está detrás de dicha conspiración. La serie creada por Paul Zbyszewski guionista de varios episodios de la quinta temporada de Lost, nos ofrece capítulos trepidantes en los que podremos ver varias versiones del mismo día con consecuencias diferentes, dependiendo de las decisiones que tome Hopper. Su compleja trama se irá desenmarañando lentamente hasta llegar a un clímax final bastante redondo y satisfactorio. Entre medias muchos giros y vueltas de tuerca, algunas algo pasadas de rosca pero en su mayoría bien hiladas y encajadas, aunque a veces nos despisten con tanta repetición de escenas. Uno de los mayores atractivos de Day Break es que cada día que el detective resuelve o ayuda a alguien de su entorno, al día siguiente se producirá un cambio en ese aspecto en concreto de su vida. Unas veces para mejorarlo y algunas otras con desastrosas consecuencias. En resumen una serie llena de intriga y acción donde podrás comprobar los mil y un caminos que puede tomar una vida según las decisiones que se tomen cada día.

Ya que ambas series ofrecen dosis de entretenimiento similares me es francamente complicado decantarme por una de ellas. Esta vez dejaré que sea el tiempo, nunca mejor dicho, él que ponga a cada una en su lugar.