Capítulo CUATRO: El FlashForward como un personaje más.

¡Posibles spoilers!

¿Que hace que una serie pase de ser muy interesante a realmente buena? Está claro que hoy por hoy FlashForward no es ni lo uno ni lo otro, pero tras el visionado de su cuarta entrega tengo la sensación de que quizás no tarde demasiado en acercarse a uno de estos dos calificativos. Con una trama policíaca que cada vez se afianza más, y unos personajes que cada vez resultan menos emocionales, nos empieza a quedar claro que la serie no pretende descifrar los misterios de la condición humana. No lloraremos por el devenir de sus personajes, ni tampoco creo que ninguno de ellos llegue a formar parte alguna vez de nuestra gran familia seriefila. FlashForward es un drama policial de ciencia-ficción. Esas son sus cartas, y no insistamos en ver mas allá, porque sino la decepción nos esperara agazapada para saltar sobre nosotros. Cuanto más me convenzo de esto más disfruto con la serie. Capítulo a capítulo voy dejando atrás todas y cada una de las expectativas que generó en sus inicios y cada vez me voy encontrando más cómodo en este nuevo traje de aventuras y suspense. Cada semana la intriga nos es inyectada en pequeñas y suculentas dosis, para que casi sin darnos cuenta llegue a un final que vaticino será impactante y revelador.

Obviamente su cuarto capítulo no es ninguna genialidad, pero sí nos ofrece cuarenta minutos de puro y genuino entretenimiento. Desde sus primeras imágenes con un uso exquisito de la música, la serie nos presenta a un nuevo personaje que sirve de excusa para profundizar más en la idea de los flashforwards como caminos infranqueables y mostrando también a éstos como un personaje más capaz en este caso de salvar vidas de manera inesperada. Esta trama junto con la de Nicole Kirby (la chica que cuida a la hija de los Benford) sostienen el capítulo con firmeza, ahondando un poco más en el sentimiento de la culpa por parte de ella, y la fe ciega en el futuro por parte del joven del hospital, mientras que los derroteros por los que se adentran los detectives Mark y Demetri, esta vez en busca de castillos de arena inexistentes, quedan un poco desdibujados aportando poco o nada al interés general de la historia. El momento más importante del capítulo llega con su cliffhanger final, en el cual descubrimos que los desvanecimientos mundiales han sido provocados por el hombre y no por algo extraterrestre o divino, o al menos eso se deja entrever. Final algo forzado pero igualmente sugerente y sobre todo muy eficaz.

Siguen sin gustarme demasiado los actores, las escenas de acción de los chicos del FBI continúan pareciéndome algo artificiosas, Sigo sin soportar el continuo bombardeo de flases que se repiten una y otra vez para re-explicárnoslo todo, pero a pesar de estas cosas, FlashForward sigue manteniendo intacto todo su poder de fascinación y eso la convierte en la invitada perfecta de mis fines de semana..

Lo mejor. Una vez más su cautivador arranque. Una delicia visual acompañada a la perfección por una de las mejores canciones de Bjork.

Lo peor: ¿Cuantas veces más tendremos que ver el FlashForward de Joyd Simcoe en el sofá de la casa de los Benford?

Os dejo con la última promo. Dentro video.