Especial Pilotos: Mi Alcatraz, su Alcatraz.

De la premisa de Alcatraz, lo que más me interesaba a priori era descubrir cómo les afectaría, y como se desenvolverían con las nuevas tecnologías personas que, de repente, han de vivir en una época que ya no es la suya. Además, era interesante pensar como gestionarían todas esas emociones que se les vendrían encima al encontrarse con unos seres queridos que ya tendrían una edad mucho más avanzada, y que les creerían muertos desde hace mucho tiempo. Y todo eso envuelto en un trasfondo de misterio y fantasía, made in “Bad Robot”, donde la ciencia ficción y el thriller policiaco se darían de la mano para ofrecernos un juego de interesantes teorías y delirantes elucubraciones. Tampoco era pedir demasiado, ¿o sí?...

"Una pareja extraña, que me deja
muchas dudas de si funcionará"

En realidad no es que llegara engañado. Esperaba eso sí, una serie ligera, de calado rápido, no especialmente de gama alta, pero sí definitivamente un producto bastante bien calculado, cuya mayor virtud sería la de ofrecernos cada semana unos pocos grandes momentos, donde al menos, el entretenimiento siempre estaría, como mínimo, asegurado.

Sé que es muy pronto. Y ya no es sólo que lo sepa, sino más bien pienso que es absurdamente estúpido asegurar que, con meramente un piloto, se podrá descifrar el futuro de toda una serie entera, por mucho que a ésta se le vea el peluquín a las primeras de cambio. No es mi intención juzgar a la ligera.

Lo que sí puedo decir por lo que he visto hasta ahora, es que el piloto se mueve entre lo simple, lo absurdo, lo aburrido, y lo intrigante. Esto último, y el cariño que todos le tenemos a Hugo Reyes, lo salvan del desastre más absoluto.

"¡Qué mirada!"

Y no me ha gustado el piloto porque es difícil reconocer, aunque sea en un pequeño gesto, al Sam Neill de “El Piano” en este señor que, con cada mirada asesina, más que provocar miedo e incertidumbre, lo que provoca son carcajadas.

Porque la protagonista femenina apenas tiene carisma, porque apenas le han dado armas para fabricársela. Porque Hugo Reyes, aunque nos caiga muy bien, no hay quien se lo crea como eminente erudito de la prisión de Alcatraz (al menos de momento). Porque el primer preso reaparecido más que un tipo abrumado por las circunstancias, o enloquecido y enajenado por la venganza, parece más un terminator de andar por casa, que anda como pollo sin cabeza disparando a todo el mundo. Porque la historia que nos están contando va acelerada, o a trompicones, y apenas tiene empaque o sentido alguno dentro de sus propias reglas. Y lo peor aún, por su nefasta capacidad para manejar el sentido del misterio y el Thriller, principal cualidad que se le presupone a cualquier producto que lleve la firma J.J.

Resumiendo. Como dice el personaje de Hugo Reyes al final del episodio “Es que nadie está flipando con esto” Me temo que todavía no, querido Hurley.