Las producciones imposibles de HBO: Deadwood.

Continuando con la cadena HBO y su importante legado, este post y los sucesivos se encargarán de desglosar a tres de sus series más importantes. Todas ellas poseen un denominador común: las tres son grandes producciones de una factura impresionante, y las tres fueron víctimas precisamente de ello. Su descomunal presupuesto las arrastró inevitablemente a una cancelación prematura. Tres épocas distintas con tres maravillosas historias. Prepárense todos para un viaje al pasado donde la ficción nunca fue mas real. Prepárense para visitar Deadwood, Carnival y Roma. Las producciones imposibles de la HBO.

Primera parada Deadwood. Tengan cuidado al bajarse, podrían ser víctimas de un disparo desafortunado.

El 21 de marzo de 2004 se emitía por primera vez el piloto de Deadwood. La HBO estaba interesada en llevar adelante una serie del Oeste, y no escatimó en medios para conseguir que luciera lo más realista posible. La cadena puso al frente de todo este descomunal proyecto a David Milch, un reputado escritor que ya había demostrado su gran capacidad para desarrollar tramas y personajes complejos en la aclamada serie Canción Triste de Hill Street, por la que recibió multitud de premios. Su creador dota a la historia de gran carisma y personalidad a través de varios aspectos, empezando por los diálogos. Milch se documentó hasta el mas mínimo detalle, para captar de la manera mas exacta y verídica el dialecto de la época. Las frases que salen por la boca sus personajes son tan realistas que a veces pueden resultar demasiado frías e inconexas, pero que una vez son asimiladas acaban formando parte indispensable de la personalidad de la serie. Otra de sus señas de identidad es su ritmo pausado y descriptivo. Las pistolas se desenfundan únicamente cuando es necesario porque en el pueblo de Deadwood el asesinato no es solo un efecto narrativo, aquí cada muerte tiene un impacto real en la ciudad, y sus consecuencias serán decisivas para el devenir de sus gentes.

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En esta serie no encontrareis el glamour de la mayoría de productos de su género. Su enfoque es mucho mas costumbrista, y por ello la mayoría de sus protagonistas fueron personajes históricos como: SetBullock, Al Swearengen, Will Bill Hickok, Sol Star, Calamity Jane, Wyatt Earp, EB Farnum, Charlie Utter, o George Hearst, dotando así a la historia de más credibilidad y de una veracidad sin precedentes. Sus guiones desarrollan la fusión de géneros, mezclando a la perfección el Western con el de Gansters, el drama social con el político, y hasta a veces se permite el lujo de mostrarnos algunas pinceladas de comedia negra. Pero lo que realmente hace tan especial a la serie son sus personajes, y la forma en que colisionan sus tramas siendo estas unas simples pero gozosas herramientas, que sirven para contar la historia de su verdadera protagonista que no es otra que la ciudad de Deadwood. Gracias a una ambientación deslumbrante, la serie respira y siente a través de sus calles, y se alimenta y evoluciona con cada edificio construido sobre barro y sangre. La generosa inversión económica que hizo la HBO, se puede ver en cada detalle de la ciudad. Vestuario, dirección artística, maquillaje, peluquería, todo esta investigado y ejecutado con minuciosidad dotando a la historia de un realismo nunca visto antes en televisión.

A pesar de las excelentes criticas que recibió y de todos sus premios, ocho Emmys de 28 nominaciones y un globo de oro, las audiencias no fueron lo suficientemente importantes como para que la serie durara mas allá de una tercera temporada. Su presupuesto desorbitado se convirtió en un lastre que llevo a la cadena a tomar la dolorosa decisión de no continuar con el Show. Aun así sus treinta y seis episodios pueden ser disfrutados sin ningún ápice de resquemor, ya que las tramas aunque no se cierren por completo, están tan bien estructuradas que se pueden saborear en si mismas sin dejarnos la sensación de que nos falte algo primordial por explicar

Y hasta aquí hemos llegado en este paseo por la ciudad de Deadwood. Súbanse todos de nuevo a la maquina del tiempo. Próxima parada un misterioso Carnaval en la época de la Depresión americana.