Cada día me gusta comenzar con una comedia, y el martes no iba a ser menos. Tras el buen sabor de boca que me dejaron los chicos de Rockefeller Plaza en su tercera y mejor temporada, necesitaba algo potente para sustituir, y por fin pude comenzar a ver de nuevo una de las comedias de moda, estoy hablando de Cómo conocí a vuestra madre. Tras una tercera temporada más que decepcionante, y con el visionado de tan sólo cuatro episodios de la cuarta, diré que lo que he visto hasta el momento está al nivel de las dos primeras, y eso es decir mucho. Con un Barney en estado puro y una Robin que poco a poco se está comiendo a sus compañeros de reparto, la serie parece levantar el vuelo (cruzaré los dedos). Podemos verlo en capítulos tan magistrales como el de la búsqueda de la hamburguesa perfecta, o si la novia de Ted adora o no Star Wars. Son esa clase de argumentos y detalles los que me hicieron ser un gran fan de la serie, y espero y deseo que el resto de la temporada continue siendo tan ingeniosa como hasta el momento.
Tras una de las comedias más estimulantes de los últimos años, llega el turno de uno de los platos fuertes de la semana, que no es otra que Mad Men. Después de una primera temporada hipnótica, milimétrica y exquisita, en la que no falta ni sobra nada, afronto los últimos capítulos de la segunda, con la sensación de estar ante algo mucho más grande. A dejado de ser esa serie revelación, de la que todo el mundo habla y premia (mejor drama en los Emmy el año pasado), para convertirse en pura genialidad televisiva. La mayoría de los capítulos vistos hasta este momento, son simplemente perfectos, y espero un desenlace de temporada a la altura que la convierta, con permiso de Perdidos, en la mejor serie en activo del momento.
Y este martes termino el día con mis chicos de Dillon. Friday night lights no es lo que parece, me decían, y tenían razón. Solo me quedan los últimos cuatro capítulos de la primera temporada, y NO estoy deseando ver si los Panters llegan a la final, (por supuesto que lo harán, supongo), sino el desenlace de esas vidas imperfectas de instituto, que ya desde los primeros capítulos te atrapan y no te sueltan. ¿Es una serie de chicos y chicas guapas de instituto? ¡Si!.¿Es una serie de fútbol americano? ¡También!, ¿Entonces que hay en la serie que merezca la pena? Respuesta: Mucha verdad, y trozos de vida, narrados con mucho estilo. Por otro lado, tampoco es la gran serie que parece que he descrito, no nos vamos a engañar, muchos de los giros de la trama, en especial la resolución de los partidos, son muy previsibles, pero a cambio te aseguro que los capítulos te enganchan de cojones.
Tras una de las comedias más estimulantes de los últimos años, llega el turno de uno de los platos fuertes de la semana, que no es otra que Mad Men. Después de una primera temporada hipnótica, milimétrica y exquisita, en la que no falta ni sobra nada, afronto los últimos capítulos de la segunda, con la sensación de estar ante algo mucho más grande. A dejado de ser esa serie revelación, de la que todo el mundo habla y premia (mejor drama en los Emmy el año pasado), para convertirse en pura genialidad televisiva. La mayoría de los capítulos vistos hasta este momento, son simplemente perfectos, y espero un desenlace de temporada a la altura que la convierta, con permiso de Perdidos, en la mejor serie en activo del momento.
Y este martes termino el día con mis chicos de Dillon. Friday night lights no es lo que parece, me decían, y tenían razón. Solo me quedan los últimos cuatro capítulos de la primera temporada, y NO estoy deseando ver si los Panters llegan a la final, (por supuesto que lo harán, supongo), sino el desenlace de esas vidas imperfectas de instituto, que ya desde los primeros capítulos te atrapan y no te sueltan. ¿Es una serie de chicos y chicas guapas de instituto? ¡Si!.¿Es una serie de fútbol americano? ¡También!, ¿Entonces que hay en la serie que merezca la pena? Respuesta: Mucha verdad, y trozos de vida, narrados con mucho estilo. Por otro lado, tampoco es la gran serie que parece que he descrito, no nos vamos a engañar, muchos de los giros de la trama, en especial la resolución de los partidos, son muy previsibles, pero a cambio te aseguro que los capítulos te enganchan de cojones.
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